Comunicado de prensa
Bien recibido el proyecto de ley de Proyecto Sur para facilitar el acceso a la cultura a través de Internet
Artistas, comunicadores sociales y bibliotecarios, entre otros, recibieron con beneplácito el proyecto de ley presentado por Proyecto Sur para declarar lícito bajar de Internet material cultural para su uso individual con la finalidad de instruirse, educarse, informarse, entretenerse, o emocionarse, y define que tampoco será punible el facilitar este acceso cuando se ofrezca gratuitamente.
El proyecto fue presentado en la Cámara Baja por el diputado Fernando "Pino" Solanas, acompañado por los diputados nacionales Alcira Argumedo y Jorge Cardelli (Proyecto Sur) yGraciela Iturraspe (Unidad Popular).
La iniciativa se trató en un foro en el Congreso de la Nación con exposiciones y comentarios de Solanas, y el legislador por la ciudad de Buenos Aires Julio Raffo, ambos de Proyecto Sur, y los especialistas Beatriz Busaniche (miembro de la Fundación Vía Libre y titular de cátedra del Seminario Copyright/Copyleft de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA), Valentina Delich (Directora Académica de la Maestría en Propiedad Intelectual en FLACSO-Argentina) y Martín Becerra (profesor de la Universidad Nacional de Quilmes e investigador del CONICET). Moderó Irina Sternik, periodista especializada en tecnología y cultura.
Al presentar el tema, Solanas indicó que el libre acceso a la cultura por Internet es un derecho fundamental de los ciudadanos, derecho que sostiene Proyecto Sur, ya que milita en la idea de la democratizacion de la cultura, de las instituciones y de los espacios culturales desde hace años. “En la reforma constitucional del 94 aportamos una cláusula importantísima que hace referencia al libre tránsito de la cultura”, recordó, para asegurar que “con este proyecto se están derribando las ultimas vallas que se interponen entre la cultura y los ciudadanos. Nadie puede impedir ese enriquecimiento de los ciudadanos”.
Raffo, quien elaboró el proyecto, dijo que diversos tratados, entre ellos el Pacto de San José, han generado nuevos derechos en el área de acceso a la cultura, no considerados suficientemente en la legislación actual. “Cuando se habla de acceso a la cultura no se está hablando del derecho a comprar algún bien cultural, derecho que ya tenemos, sino que se está ampliando ese concepto. Este proyecto apunta a reglamentar el Pacto de San José”, dijo. Agregó que las nuevas tecnologías no han puesto en crisis al derecho del autor, pero si han puesto en crisis a la intermediación en la cultura. Citó, en ese sentido, a Francis Hurí, director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) quien hace ya más de un año declaró que con internet se está desmoronando todo el sistema de derechos de propiedad intelectual.
Busaniche se manifestó complacida con la presentación de este proyecto, que da vuelta a una tendencia que venían manifestando los legisladores, quienes –paradójicamente, dijo- reforzaban las restricciones a medida que avanzaba el desarrollo tecnológico y se multiplicaban las fuentes de información. Aseveró que se puede respetar el derecho de acceso a la cultura sin afectar los derechos del autor, y citó la experiencia internacional que muestra que a lo largo de esta vertiginosa década de desarrollo de la comunicación en Internet no se ha visto afectado el derecho de autor.
Delich dijo que este proyecto viene a corregir los abusos del régimen de propiedad intelectual, y que no atenta contra el derecho de autor. Explicó que este derecho es un privilegio que merecidamente se otorga a quienes hacen importantes contribuciones a la sociedad, pero que esto tiene sus costos tanto para el usuario, que muchas veces se ve impedido a acceder a esas contribuciones, como a los mismos creadores, que ven cómo su obra es utilizada por los intermediarios culturales.
Becerra señaló que este proyecto va a estimular a que la justicia vaya alejándose de la interpretación restrictiva que hace de la actual ley, que en momentos en que aumentan las posibilidades tecnológicas están cada vez más restringidas la circulación de las ideas. Desmintió que Internet perjudique al autor, destacando que cada año crecen los beneficios de industrias como la de la música, supuestamente una de las más afectadas por la bajada electrónica de las obras. Lo que está en juego en realidad, aseguró, es quién captura ese creciente margen de beneficios.
Los asistentes que hicieron uso de la palabra posteriormente destacaron la importancia de poder contar con una ley concisa y clara que asegure el acceso a la cultura; la necesidad de que el papel del intermediario no lo ocupen otros grandes intereses; y el aporte que significará para las bibliotecas poder ofrecer esos materiales a sus usuarios, del mismo modo que se hace hoy con los libros.