Nota: Santiago Arguto; colaboración: Iván Tangir
Versión de nota publicada en el periódico "El Barrio", de la comuna 12, Noviembre 2014
El arroyo Vega es el tercer arroyo entubado más importante de la Ciudad de Buenos Aires, después del Medrano y el Maldonado. Se origina en los barrios de Paternal y Agronomía, atravesando el barrio de Colegiales, pasando luego por Villa Urquiza en las calles Holmberg y Juramento, luego en Coghlan por Estomba, Mendoza y Superí para retomar Juramento en la zona de Belgrano R, recorriendo la calle Zapiola hasta doblar en un codo por Blanco Encalada y por Húsares, ya en el Bajo Belgrano. Termina en la avenida Monroe, desembocando en el Río de la Plata, recibiendo antes el aporte de una laguna ubicada en el sitio del actual estadio de River Plate.
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| Los tres arroyos más grandes que corren debajo de la Ciudad (Infografía La Nación) |
Históricamente, la cuenca de este arroyo fue una zona propensa a inundaciones y el arroyo se desborda cuando hay fuertes precipitaciones o se producen sudestadas. Por ello, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió este año hacer obras para prevenir las inundaciones en toda esta zona de la Capital Federal.
La primera etapa de las obras en la cuenca del arroyo Vega, iniciada en marzo, consistió en ampliar la derivación del ramal Monroe de la cuenca hídrica desde su actual conexión con el arroyo Vega, ubicada en la intersección de la avenida Monroe y la calle Húsares, hasta el ensanche del emisario principal del arroyo debajo de las vías del ferrocarril Belgrano. El objetivo de la obra es triplicar el área de descarga de las aguas pluviales y la capacidad de escurrimiento pasará a ser de 72 metros cúbicos por segundo, 20 más que antes de las obras. La segunda etapa de la obra comprende la construcción de un segundo “emisario”. Según había informado el gobierno porteño, además del túnel, se realizarán obras complementarias que incluirán cámaras derivadoras, obra de descarga y cámara de bombeo.
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| Postal conocida por los vecinos de Belgrano y alrededores |
El segundo emisario estaría dividido en dos tramos y tendrá 8.400 metros de longitud total. 2400 metros se realizarán mediante métodos de excavación en galería y los restantes 6.000 metros con tunelera, como se hizo con el Maldonado.
Antes de comenzar las obras correspondientes para la segunda etapa de este trabajo, se realizó una audiencia pública en la sede de la Comuna 13 (Cabildo 3067). La reunión en cuestión, llevada a cabo el 29 de septiembre, convocó a casi ciento cincuenta personas, entre ellos más de setenta expositores, funcionarios del Gobierno de la Ciudad y comuneros de las Comunas 11, 12, 13 y 15. El encuentro fue bastante conflictivo ya que los vecinos, en general, cuestionaron al gobierno porteño por no haberlos tenido en cuenta para opinar sobre las obras.
La obra en el segundo emisario del Vega es una de las obras más importantes que tiene proyectada la Ciudad de Buenos Aires y tiene un presupuesto de más de cien millones de dólares. Los trabajos consisten, básicamente, en un río subterráneo que en su cuenca alta comienza en Villa Devoto y luego baja por la avenida Salvador María del Carril y la calle La Pampa hasta el Río de la Plata (pasando por las comunas 11, 12, 13, 14 y 15). Un primer tramo (la cuenca alta) se haría a cielo descubierto (poco más de 2 Km) y el siguiente, con una tunelera que trabaja a 30 mts. de profundidad (el túnel es de 5,30 mts. de diámetro). La desembocadura en el río es de tipo “sifón” y por ello requiere un pozo de 30 mts. de diámetro por 55 mts. de profundidad en la desembocadura situada en la proyección de la calle La Pampa hacia el río. También hay canales y sumideros secundarios que desaguan a este emisario a través de todo el recorrido del mismo.
El objetivo de la obra, distinta a la del emisario principal del arroyo Vega, que se considera que está terminado, es mitigar las inundaciones en los barrios de Villa Devoto, Parque Chas, Villa Pueyrredón, Villa Ortúzar, Villa Urquiza, Colegiales y Belgrano. Según funcionarios del gobierno porteño, la obra solucionaría en un 90% el problema de las inundaciones en toda esta zona.
Uno de los vecinos que habló fue Luis Poli, de la Asamblea de Vecinos Unidos por las Inundaciones de Parque Chas. “Es increíble la insensibilidad que han mostrado ciertos sectores de la ciudadanía, tanto políticos como las universidades –salvo contadas excepciones- ante un problema de tal magnitud como las inundaciones en la cuenca del arroyo Vega. Hubo daños que ningún subsidio puede reparar”, dijo.
Camila Rodríguez, comunera por la Comuna 15, del Frente para la Victoria, opinó cuando tuvo su turno para hablar, que el Gobierno de la Ciudad no tiene voluntad para escuchar la voz de los ciudadanos.
En tanto, la ingeniera civil María Eva Koutsovitis, especialista en hidráulica y docente de la UBA, manifestó su tristeza por la forma en que el Gobierno de la Ciudad planificó esta obra pública sin haber tenido en cuenta las inquietudes, dudas, necesidades, y las propuestas alternativas que los vecinos manifestaron en la consulta pública realizada meses atrás en la misma sede comunal y ante los mismos profesionales. Lamentó también que a esta última audiencia no asistieron algunos funcionarios responsables de la obra, que no se presentaron resultados de impacto ambiental climático ni hídrico y que no se respondieron preguntas puntuales ni se tuvieron en cuenta otra alternativa.
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