El calendario 2015 sigue descartando días, y mientras las alianzas y las recorridas de campaña invaden las grillas de los medios y los afiches decoran las redes y portales, en la Ciudad de Buenos Aires todavía no se sabe si se va a implementar el tan famoso sistema de voto electrónico.
La semana pasada, el TSJ (Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad) ratificó la constitucionalidad del voto electrónico que declaró a fines de enero, rechazando de este modo una demanda que había sido presentada por el titular del radicalismo porteño, Emiliano Yacobitti.
En esa presentación judicial, Yacobittu argumentaba que varios artículos de la ley n° 4894, emitidos para reglamentar la ley de Boleta Única, debían ser comunicados y aprobados previamente por la Legislatura. Asimismo, consideraba que los decretos reglamentarios violan el espíritu de la Boleta Única al disponer que el voto se realice mediante una secuencia de pantallas.
De todos modos, el Gobierno porteño, que había sido el impulsor de la potencial aplicación de esta nueva tecnología, sorprendió a todos al afirmar que, posiblemente, no se llegue con los tiempos para capacitar a la población para el uso correcto del sistema en las PASO que se celebrarán el 26 de Abril.
Más confuso aún: Tanto el TSJ como la empresa Magic Software Argentina, ganadora de la licitación de fines de enero, destacaron que no hay inconveniente alguno para aplicar la tecnología tanto en las PASO como en la segunda y, potencial, tercera vuelta. El colmo de la incomunicación.
La UCR había pedido declarar inconstitucional la medida, al remarcar que el sistema de "doble pantalla" para la selección del voto, impide saber al elector en la primera pantalla, en la que se eligen los partidos, cuáles son los candidatos que está eligiendo. Es decir, se elegiría solo por el logo tradicional de cada movimiento político, pero sin los nombres de sus representantes.
Fernando Muñoz, legislador que acompaña al ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, se quejó al recordar que “hace un mes defendieron en la Justicia la implementación electrónica con un sistema que no existe en ninguna ciudad del mundo, donde los candidatos están escondidos en una pantalla, como debería estarlo su candidato preferido. Ahora dicen que no llegan con el voto electrónico. En la ciudad está vigente la ley de boleta única para que se vote con un papel donde están todas las propuestas electorales juntas. Tampoco les cierra ese sistema.”
Por su parte, el diputado Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda) afirmó: "Yo no objeté el voto electrónico sino la tramposa reglamentación de Mauricio Macri, que falsea la ley de boleta única y oculta los candidatos".
No obstante, mas allá de su aprobación, el TSJ aclaró que se reserva “la potestad de controlar el sistema que finalmente adopte el Poder Ejecutivo”. Se estimó prematuro la pronunciación sobre las objeciones a la reglamentación del Poder Ejecutivo local porque corresponderá al Tribunal en su calidad de Autoridad de Aplicación aprobar la Boleta Única o las pantallas que finalmente se adopten luego de la audiencia con los apoderados de los partidos políticos fijada para el 27 de marzo en el cronograma electoral.
Es decir que a partir de esa audiencia, el tribunal deberá resolver si acepta el sistema propuesto por el ejecutivo porteño, o si considera que la iniciativa desvirtúa el espíritu de la ley. En tal caso ordenará que las elecciones se hagan con la boleta única en papel.