COMUNICADO DE PRENSA - DIPUTADA MARÍA JOSÉ LUBERTINO
Macri
quiere seguir endeudando a la
Ciudad , sin una definición clara del uso de esos fondos, con
un alto costo financiero para los/as vecinos/as. Desde el inicio de su gestión,
la deuda de la Ciudad
habrá aumentado un 500%.
El
Gobierno de la Ciudad
intenta ahora negociar la transferencia del subte con la condición de que el
Gobierno Nacional le otorgue los avales necesarios para contraer deuda con
organismos multilaterales de crédito por un total de U$S 1.000 millones, que
según dicen se destinarían a infraestructura.
No debe
olvidarse que ya en 2010 la
Ciudad se endeudó con el supuesto fin de expandir las líneas
A, B y H de subterráneos. Sin embargo, las obras nunca se concretaron porque
las licitaciones no estaban preparadas y, en consecuencia, los/as vecinos/as de
la Ciudad
debimos pagar intereses por un dinero que nunca se utilizó para lo que se había
previsto.
Además debe
tenerse en cuenta que hace apenas unas semanas el gobierno colocó un bono Tango
por U$S 415 millones en el exterior. De avanzar ahora con un endeudamiento
adicional por U$S 1.000 millones, la deuda de la Ciudad se incrementaría
157% en el año (y más de 500% desde el inicio de la gestión macrista), en un
contexto de crecimiento de los recursos tributarios y una reciente reforma en
el cálculo del ABL.
Claramente no existe una visión de política anticíclica y
desendeudamiento en momentos expansivos del ciclo económico, tal como ha ido
haciendo el gobierno nacional. En este contexto, la necesidad de nuevo
endeudamiento es discutible, más aún teniendo en consideración que el Gobierno
Nacional se ha comprometido a continuar financiando el 50% de los subsidios al
subterráneo de la Ciudad
de Buenos Aires por un año (lo que representa $ 360 millones de transferencias)
y habida cuenta del incremento tarifario que instrumentaron las autoridades de la Ciudad ni bien se hicieron
cargo de los subtes.
¿Acaso no previeron la necesidad de obras al momento de
definir el incremento de tarifas? Pareciera que las autoridades de la Ciudad dan pasos sin un
rumbo cierto hacia dónde dirigirse.