NOTA: SANTIAGO ARGUTO
El proyecto impulsado por el Gobierno de la Ciudad
de Buenos Aires beneficia a empresas relacionadas con distintos rubros en el
diseño, ya sea gráfico, industrial, de indumentaria, de arquitectura, como
también a la fabricación o comercialización de textiles, marroquinería,
equipamiento para el hogar, juguetes y productos editoriales
Con
núcleo en el edificio del Centro
Metropolitano de Diseño (CMD), situado en la calle Algarrobo 1041, ya está comenzando a funcionar en Barracas el Distrito de Diseño porteño, ocupando
unas 290 hectáreas .
El CMD por dentro |
Este flamante
distrito -similar al Tecnológico de Parque Patricios, al de Las Artes de La Boca o Audiovisual de
Colegiales y barrios aledaños- funciona
entre las calles Vélez Sarsfield, Australia, Pinedo, Brandsen, Azara, Río
Cuarto, Pedro de Mendoza y la
Ribera del Riachuelo. En el edificio de la calle
Algarrobo, ubicado a pocas cuadras del río que separa Capital de Provincia,
funcionaba antiguamente el mercado de pescado. Este fue recuperado por el
Gobierno porteño con el fin de crear un espacio en donde se pueden tomar clases
sobre distintos oficios que tienen que ver con el diseño.
En el edificio del
CMD, que tiene una superficie de 14.000 m2 , funcionan cinco escuelas de
capacitación en oficios vinculados a industrias del sector, incubadoras de
diseño, laboratorios de investigación y desarrollo, un laboratorio de
fabricación digital abierto al público, una materialoteca, un centro de experimentación
e investigación en nuevos materiales, un auditorio y un museo, entre otras
instalaciones.
El CMD
asimismo, cuenta con una agenda de eventos y de actividades gratuitas
orientadas al diseño y las industrias creativas; en su interior funcionan áreas de promoción del diseño, de
industrias creativas y de comercio exterior.
Volviendo
a lo que es el Distrito, cabe destacar que fue aprobado en 2013, tras la
promulgada Ley de Distrito de Diseño
(Ley 21382), que aparte de promover la residencia de empresas y profesionales
del sector en el barrio de Barracas;
lo facilita con beneficios como exenciones impositivas, tributarias, créditos
del Banco Ciudad, programas de incorporación de diseño y de
internacionalización, con el objetivo de posicionar a la ciudad como un centro
competitivo para mejorar, potenciar y exportar el diseño local.
En lo
impositivo/tributario, podemos detallar que las empresas que se dediquen a
servicios de diseño, ya sea gráfico, industrial, de indumentaria, arquitectura,
o fabricación o comercialización de textiles, marroquinería, equipamiento para
el hogar, juguetes o productos editoriales que hagan hincapié en el diseño como
aporte de valor agregado, podrán instalarse en el Distrito de Diseño y estar
exentas de impuestos y tasas locales, o pagar mucho menos durante 15 años,
beneficio que corre también para las empresas del rubro que funcionaban en la
zona ya antes de que Barracas fuera elegido como sede de este Distrito.
Las
firmas que se instalen en el Distrito no
pagarán Ingresos Brutos, ABL, Sellos y otros impuestos. Además, podrán
acceder a créditos especiales del Banco Ciudad, subsidios y programas de
capacitación por parte del Gobierno.
El objetivo es que el Distrito del Diseño
termine generando 50.000 puestos de trabajo y permita poner en valor 300.000 metros cuadrados
de instalaciones hoy en desuso o desaprovechadas, en esta postergada zona del
sur porteño. Un detalle a tener en cuenta es que el proyecto aprobado por la Legislatura de la Ciudad dejó afuera
–contrariamente a lo que pretendía el PRO- del Distrito a la zona en donde se
encuentran las plantas de impresión de los diarios Clarín y La Nación. En realidad,
este sector, muy cercano al que finalmente quedó delimitado para el Distrito de
Diseño, estaba contemplado en el proyecto original, pero fue quitado por pedido
de la oposición, acusando al PRO de querer beneficiar a los dos diarios más
importantes de la Argentina
con la eximición del pago de impuestos.
Pero
más allá de toda polémica, lo cierto es que en Buenos Aires está empezando a
funcionar un Distrito de Diseño, en donde van a interactuar el sector público,
privado y la comunidad, como ocurre en distintas ciudades del mundo, como Nueva
York, Londres o Helsinky. En 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación , la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en
el marco de su programa Red de Ciudades
Creativas de la Alianza
Global para la Diversidad Cultural , declaró a Buenos Aires
como Ciudad de Diseño. Fue elegida
por su impulso público y privado a la inserción y desarrollo del diseño y por
contar con una gran oferta de profesionales, centros de estudio, investigación
e innovación. Por su parte, el barrio de Barracas, que tiene un importante
pasado industrial, hoy casi en retirada, dejó libre una zona que podrá
revitalizarse gracias a la industria del diseño.