25 de mayo de 2014

La educación inicial porteña en debate: Lo que falta en la Ciudad

Diego Adrián Fernandez - 25 de mayo de 2014

El lunes pasado, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, inauguró en la Legislatura porteña la Jornada sobre Urgencias y desafíos de la Educación Infantil, una actividad abierta y gratuita organizada por el Comité Argentino de la Organización Mundial para la Educación Preescolar Argentina - OMEP - y las diputadas María Rachid, María Eugenia Estenssoro y Victoria Morales Gorleri.

En el encuentro, realizado en el Salón San Martín, se abordaron diferentes temáticas relacionadas con la educación inicial, las prácticas y las políticas públicas con la participación de especialistas, funcionarios y académicos argentinos y latinoamericanos.

Con el desarrollo del temario se profundizó sobre las ideas centrales que configuran el panorama actual de las políticas dedicadas a educación integral de la infancia (0 a 6 años), analizando los conceptos sobre los que se fundan esas políticas, aportando información y claves para el análisis y construcción de políticas públicas, legislaciones y normas que garanticen y amplíen los derechos ciudadanos de la infancia.

Durante la apertura, el ministro Bullrich sostuvo que "es importante que todos los niños y niñas de Buenos Aires tengan educación inicial ya que mejora la capacidad de aprendizaje en la escuela y también influye en la socialización". Además, hizo un repaso de los logros realizados por el Ministerio en relación a la temática y aseguró que está dispuesto a recibir y escuchar propuestas de los ciudadanos.

Justamente en el área educativa porteña se vivieron momentos de alta tensión durante el verano en función del fracaso de la inscripción online, el nuevo e innovador sistema que, por errores de organización y aplicación, dejó a miles de estudiantes sin vacantes en los niveles iniciales y primarios de las escuelas públicas. El ministro, luego de las "disculpas" en febrero, no renunció, y la polémica - e incertidumbre - sigue instalada.



"Tenemos que sacarnos el prejuicio de que los más chicos se van a desarrollar solos sea cual sea el contexto", explica Mercedes Mayol Lassalle, presidenta de la Organización Mundial de Educación Preescolar de la Argentina y vicepresidenta para América latina. "Las madres necesitan apoyo, y una mamá pobre, mucho más. América latina es la región más desigual del mundo y el acceso a la educación infantil también está marcado por este proceso: los niños pobres no acceden o acceden a circuitos más empobrecidos."

El artículo 24 de la Constitución porteña establece que "la Ciudad asume la responsabilidad indelegable de asegurar y financiar la educación pública, estatal, laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a partir de los cuarenta y cinco días de vida hasta el nivel superior". Pero miles y miles de padres, especialmente madres, no cuentan con instituciones escolares donde dejar con tranquilidad a sus hijos para salir a trabajar. El problema se agrava en la zona sur y en las villas de la ciudad, cuya población creció un 50% en la última década. Miles de familias enfrentan una doble discriminación: la educativa, social y cultural de sus hijos; y la económica y laboral de los padres. Pero esta exclusión afecta mayormente a las madres.

La diputada Victoria Morales Gorleri, presidenta de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología de la Legislatura porteña, dijo que "los primeros años de vida de nuestros hijos son fundamentales, y la educación es una de las piezas más importantes para su formación. Creo que sólo con políticas de estado sostenidas en el tiempo seremos capaces de hacer que nuestros niños y jóvenes alcancen mejores niveles de educación".

En tanto, la diputada María Rachid expresó: "En los últimos años hemos avanzado mucho pero nuevas situaciones y desafíos se nos presentan. Esta jornada es una buena opción para analizarlos y tratar de encontrar una posible solución para los mismos".

Los fundamentos del encuentro se basaron en que las políticas públicas para la infancia necesitan asumir un enfoque integral y ser profundizadas y universalizadas en forma urgente, teniendo en cuenta el interés superior del niño como sujeto de derechos. Además, resulta central tomar en cuenta el compromiso ético y de protección que han asumido los Estados con los derechos de los niños y niñas a partir de la adhesión a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.