1 de octubre de 2013

Barrio Velez Sarsfield: La historia de "El Olimpo"

Diego Adrián Fernandez - 1 de octubre de 2013

Nota: Santiago Arguto
Colaboración: Gonzalo Fullone

El ex centro de detención donde hoy funciona un Centro Cultural



Ubicado en el barrio de Vélez Sarsfield, en el oeste porteño, este centro funcionó durante seis meses, entre 1978 y 1979. Se estima que por allí pasaron entre 500 y 700 personas, de las que sobrevivieron sólo 50. 


Hoy, es un centro cultural, en donde se proyectan producciones cinematográficas y se hacen exposiciones diversas. El pasado 21 de septiembre estuvo presente allí el director Enrique Piñeyro.

Un poco de historia

Durante la dictadura militar que tuvo lugar en la Argentina entre 1976 y 1983, existió un conjunto de instalaciones secretas utilizadas por las fuerzas armadas para llevar a cabo un programa sistemático de desaparición de personas. Estas instalaciones son conocidas como “Centros de detención”. El más conocido y emblemático de estos es el edificio de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), sin embargo este edificio es sólo uno en una lista de instalaciones en las cuales se mantuvieron cautivos de forma ilegal y se torturaron a miles de argentinos.

En el barrio de Vélez Sarsfield, en el oeste de la ciudad de Buenos Aires, funcionó el centro de detención “El Olimpo” entre agosto de 1978 y enero de 1979. Ubicado en la calle Ramón Falcón, entre Lacarra y Olivera, El Olimpo era clasificado por las Fuerzas Armadas como un lugar transitorio, ya que sus instalaciones eran precarias y estaban destinadas a funcionar como un primer alojamiento para los desaparecidos.

Originalmente El Olimpo fue construido como edificio terminal de tranvías. Al dejarse de utilizar este transporte, el establecimiento empezó a funcionar como terminal de colectivos hasta que fue expropiado por las Fuerzas Armadas. En 1978 se construyó la infraestructura del centro de detención, que llegó a contar con 46 celdas, enfermería, cocina, comedor, laboratorio de fotografías, y salas de tortura que eran denominadas “quirófanos”. También se colocó un cartel en la puerta de acceso al predio, que decía: “Bienvenido al Olimpo de los Dioses. Los Centuriones.” Con esto los torturadores buscaban transmitir el concepto de que dentro del campo ellos eran los “dioses”.

El 16 de agosto de 1978 se comenzaron a trasladar detenidos de otros centros de detención cercanos a la zona. Estos eran transportados con los ojos vendados en autos particulares o camiones del Ejército, que utilizaban los galpones del predio como estacionamiento. Se estima que durante sus solo 6 meses de funcionamiento, pasaron por este centro entre 500 y 700 personas, de las cuales sólo sobrevivieron 50, entre los cuales se encuentra Jorge Fontevecchia, fundador de Editorial Perfil.

Este centro dependía del comandante del I Cuerpo del Ejercito Argentino, Guillermo Suárez Mason (apodado el carnicero del Olimpo). El responsable del campo fue el Mayor del Ejercito Guillermo Minicucci y de él dependían oficiales de la Policía Federal Argentina como Julio Simón y Juan Antonio del Cerro.

Con la llegada de la democracia, el edificio pasó a manos de la Policía Federal y funcionó por un tiempo como un centro de verificación automotor. El 17 de noviembre de 2003 fue declarado sitio histórico por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El 4 de octubre de 2004 se firmó un acuerdo entre el Presidente Néstor Kirchner y el Jefe de Gobierno Aníbal Ibarra en el cuál se acordaba traspasar el predio al Gobierno de la Ciudad. Este fue realizado en junio de 2005 y en 2006 el Gobierno de la Ciudad emprendió el Programa de Recuperación de la Memoria del ex Olimpo y se transformó el predio en un centro cultural dedicado a la memoria de lo que allí sucedió.

El establecimiento fue considerado en su totalidad como centro de detención clandestino, y no solamente al sector en el que funcionó “el pozo”. Además se decidió no reconstruir este último, y solo señalizarlo con el fin de indicar la disposición espacial de los diferentes sectores. El Programa de Recuperación trabajó con el objetivo de convertir el espacio en un lugar que honre la vida y lucha de los desaparecidos a partir de la reflexión y acción política sobre el presente.

Actualmente se realizan diferentes exposiciones y muestras de toda índole relacionadas al tema de la memoria y se puede consultar el calendario de las mismas en su BLOG

CINE EN EL EX OLIMPO: “THE RATI HORROR SHOW” (LA MASACRE DE POMPEYA)

Recientente, el 21 de septiembre por la tarde, se exhibió en el Ex Olimpo la película “The Rati Horror Show”, de Enrique Piñeyro, quien fue también director de los filmes “Fuerza Aérea Sociedad Anónima” y “Whisky Romeo Zulú”. Pineyro fue también piloto de aviones y trabajó en LAPA, entre 1988 y 1999, año en el que renunció a la empresa por la desidia de las autoridades de la misma para evitar accidentes aéreos. Ese mismo año, en agosto, fallecieron 65 personas en el vuelo 3142 de LAPA, tras un accidente fatal que podría haberse evitado. Sus trabajos, le valieron a Piñeyro un reconocimiento con el “Konex de Platino”, como documentalista de la década 2001-2010. El ex piloto siempre fue un gran aficionado al cine y también fue actor. Participó como actor, entre otras, de la película “Garage Olimpo”, dedicada a contar la historia del establecimiento del barrio de Vélez Sarsfield.

La película de Pineyro exhibida en El Olimpo contó con su presencia y se realizó en el marco de la campaña por la libertad a Fernando Carrera. El filme “The Rati Horror Show” cuenta la historia de la famosa “Masacre de Pompeya”, un confuso episodio ocurrido en enero de 2005 en el barrio porteño de Nueva Pompeya. Allí, el Peugeot 205 conducido por Carrera iba a más de 100 km/h en contramano por la avenida Sáenz. Carrera posiblemente estaba en estado de inconsciencia debido a previos disparos de parte de policías civiles que lo perseguían. En medio de la persecución, Carrera atropelló a un niño de 6 años, a su mamá de 35 y a otra mujer de 41, y los tres fallecieron. El automóvil que conducía Carrera recién detuvo su marcha al chocar contra una Renault Kangoo, en la que viajaban dos personas de nacionalidad coreana. 

Una mujer embarazada también resultó lesionada en medio del accidente. Después de que el vehículo se detuvo, el auto recibió una lluvia de dieciocho balas de parte de la Policía Federal Argentina. De estos balazos, ocho impactaron en el cuerpo de Carrera, que fue trasladado al Hospital Penna en grave estado mientras los transeúntes indignados intentaban lincharlo.

Según los policías de la Comisaría 34 que intervinieron en el caso, todo se originó en el partido bonaerense de Moreno, cuando un integrante del ejército retiró dinero de un banco. Desde allí se dirigió a Villa Lugano para entregarle plata a un familiar. En medio del trámite, fue sorprendido por dos jóvenes armados que le quitaron el dinero y huyeron. El militar los siguió en su vehículo mientras le avisó a la Policía. Los delincuentes se dirigieron a Nueva Pompeya, tomaron la avenida Centenera y luego la avenida Sáenz, dirigiéndose al Puente Uriburu, hacia Valentín Alsina, partido de Lanús. Cuando llegaron al puente, vieron el camino cortado por varios patrulleros, por lo que pegaron la vuelta y huyeron por Sáenz en contramano. Al llegar a la intersección con la calle Traful, los delincuentes embistieron a los transeúntes y luego a la camioneta, desencadenando la tragedia.

En tanto, Carrera dio su versión, diciendo que el estaba detenido en un semáforo cuando desde un Peugeot 504 sin identificación le dieron la voz de alto. En el momento, se asustó e intentó escapar, recibiendo un disparo en la mandíbula que lo dejó inconsciente, realizando en ese estado un recorrido de doscientos metros. Al detener su marcha chocando con la Kangoo, su auto recibió los disparos, de los cuales ocho impactaron en su cuerpo. Se dice que supuestamente, la Policía habría confundido a Carrera con los delincuentes, cuando el no tenía nada que ver con el hecho delictivo ocurrido en Villa Lugano.

Tras un juicio, Carrera fue condenado a prisión por homicidio culposo agravado en tres oportunidades. Estuvo preso y luego quedó en libertad, al dudarse de su culpa en el caso. Sin embargo en agosto de 2013, la Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, integrada por los jueces Mariano Borinsky, Liliana Catucci y Ana María Figueroa, consideró a Carrera autor penalmente responsable de los delitos de robo y homicidio culposo y lo condenó a 15 años de prisión. Federico Ravina, abogado de Carrera, dijo que “hará todo lo posible para que Fernando no vuelva a estar preso” y que aguarda que “este sea el último fallo corporativo de la Justicia”.

Volviendo a la exhibición de este film en el ex Olimpo, además de la presencia de Enrique Piñeyro, estuvieron allí Maru Lopes (MST-Nueva Izquierda), quien organizó el evento; y el candidato a legislador porteño Sergio García, del mismo partido. “Esta película y el comprometido trabajo de su director, es una muestra de la impunidad y corrupción que nos rodea. La connivencia del poder político, judicial y policial es lo que hoy mantiene encerrado a un inocente, encubriendo a los verdaderos responsables, por eso vamos a seguir impulsando la campaña por la libertad a Carrera”, dijo García, en medio del evento cinematográfico realizado en el ex Centro de Detención “El Olimpo”, devenido ahora en Centro Cultural.