El viernes el diputado Alejandro Bodart (MST-Nueva Izquierda) ingresó en la Legislatura porteña un proyecto de ley para igualar las dietas legislativas al salario de una directora o director de escuela de doble turno con 10 años de antigüedad, que actualmente es de 10.856 pesos netos al mes.
A priori, parece difícil que un proyecto de esta magnitud prospere en cualquier ámbito ejecutivo o legislativo, y aunque incluso pueda parecer utópico, tal vez sea el disparador de un debate interesante que, a la larga, genere beneficios positivos para quienes serían alcanzados por este tipo de voluntades.
Bodart expresó: “Mi proyecto de equiparación apunta al control social sobre los funcionarios políticos: así se preocuparían más por mejorar los salarios docentes, que hoy son insuficientes. Otro de mis proyectos, que también generó revuelo, es el de obligatoriedad de todo funcionario político de educar a sus hijos en escuelas públicas y atenderse en hospitales públicos.”
El proyecto de Bodart abarca también el salario del jefe de gobierno, la vicejefa, ministros, jueces, funcionarios de los tres poderes, comuneros y directores del Banco Ciudad, órganos de control, organismos descentralizados, entes autárquicos y empresas del Estado porteño. Los sueldos sólo se actualizarán acorde los futuros aumentos que reciba la docencia.
"Equilibrar al menos parcialmente las condiciones materiales de vida de los gobernantes y los funcionarios políticos a las de los ciudadanos y ciudadanas que pretendemos representar contribuiría, sin duda alguna, a una mayor sensibilidad y reflexión a la hora de decidir y de legislar sobre las políticas públicas que afectan la vida de millones de personas”, dice en sus fundamentos el diputado del MST-Nueva Izquierda.
Veremos que sucede.
