22 de abril de 2012

Gentili: “El Gobierno de la Ciudad podría perfectamente reemplazar el gerenciamiento de Metrovías”

Diego Adrián Fernandez - 22 de abril de 2012


“Lo que se requiere es voluntad política”. Las palabras del diputado porteño Rafael Gentili, miembro de Proyecto Sur, son tajantes y claras.


En el ranking de temas candentes para la política de la Ciudad, el subte ocupa los primeros puestos de la lista, desde el preciso instante en que se supo la intención del gobierno Nacional de efectivizar el traspaso, hacia fines del año pasado.

El despacho del diputado en la Legislatura fue el punto de encuentro para que el viernes 19 de Abril, a partir de las 10.15 de la mañana, se de una charla en la que se abordaron varias cuestiones que agitan la cotidianeidad porteña. Uno de los ejes fue, justamente, el traspaso de las líneas de subterráneo, aún en veremos.

El proceso de transferencia comenzó a partir del mes de Diciembre del 2011, con la decisión unilateral desde el Ejecutivo nacional de otorgarle a la Ciudad un derecho constitucional que le fue negado a través de los años. Para peor, se instaba a realizarlo a las apuradas.

¿Por qué sucedió de este modo?

Es producto de la realidad. El Gobierno Nacional ve una película para el 2012 desastrosa, porque no va a poder hacer frente a todo el esquema de subsidios que había diseñado estos años, del cual sacó mucho rédito político”, explica Gentili. “No parte de una creencia de que el subterráneo corresponde que sea gestionado por la Ciudad. No fue una cuestión de principios. El primer hecho de la realidad fue la situación económica que se agravaba”

Lamentablemente, todo el asunto quedó preso de las peleas ideológicas y las jugarretas mutuas.

La Ciudad acepta las reglas de juego y se firma el acta. Se quedan cosas para discutir, entre ellas obras que el Gobierno Nacional debía hacer y no hizo en estos años, para mejorar el servicio. Entonces pasa ‘Once’ (En referencia a la tragedia del tren Sarmiento en la estación de Once, Capital Federal) Y Macri dice ‘No, esto me puede pasar a mi en cualquier momento. Yo no quiero ser responsable de esto, cuando en realidad el estado del servicio no es culpa mía’. Y eso es cierto”, aclara el diputado.

“En el medio esta la discusión de la policía, que fue una buena coartada para que Macri fundamentara su decisión y que fue una chicana del Gobierno Nacional, muy inoportuna”. Gentili deja en claro que las posiciones de ambos son equivocadas.

No obstante, hay un componente de la discusión que pasa casi desapercibida: El rol de la empresa concesionaria del servicio, Metrovías.

Rafael Gentili presentó un informe acerca de los negociados que mantiene el dueño de la empresa ferroviaria: El grupo Roggio.

“Hace aparecer a Metrovías como una empresa pobre, deficitaria, y al mismo tiempo ellos manejan las cuestiones que dan ganancias, como publicidad, alquiler de locales comerciales, todas las actividades rentables, no la explotación misma del subterráneo”.

“Se repite un esquema típico de las concesiones de los ’90, donde hay una empresa concesionaria pobre y un accionista rico. Lo mismo pasa con los Cirigliano en TBA. ¿Cómo se acaba con esto? Revisando este esquema de negocios: Sacando a Metrovías, con una gestión pública estatal de subterráneos, para poder aprovechar todos esos negocios en beneficio del servicio y los usuarios y no de un grupo económico”, expone Gentili.

Pero la acusación continúa: “Metrovías usaría plata de los subsidios para financiar a sus dueños a una tasa más baja que la del mercado, mientras tiene una deuda que tiene un interés más alto que los que le cobra a su dueño”
Este informe impulsó la denuncia que se realizó ante la Comisión Nacional de Valores.

(Para ver la nota y el informe adjunto, hacer click aquí)

¿Pero esta en condiciones el Gobierno de la Ciudad, a través de la empresa estatal SBASE, de hacerse cargo del subte?

“Lo que se requiere es priorizar la profesionalización de la burocracia que se va a hacer cargo de eso  y despegarla de los intereses políticos del Gobierno de turno. El vaciamiento de la gestión privada implica que el estado tiene que poner plata y que sean deficitarias en ese primer momento en que el estado se hace cargo. Caso Aerolíneas. Si vos manejas esa empresa con criterios políticos, ese déficit va a seguir siendo, porque no esta al servicio el rol social que tiene que cumplir”

“Hay materia gris en el estado capaz de hacerse cargo de la gestión de una empresa privada”, sentencia Gentili.

El listado de temas pensados para la entrevista continuó con otra seria denuncia que golpea a la administración del Ingeniero Mauricio Macri.

La semana pasada la diputada María José Lubertino dio una conferencia de prensa para profundizar en las causas judiciales que se centran en la Agencia Gubernamental de Control (AGC) El fin de esta oficina, a grandes rasgos, es la de habilitar las construcciones y demoliciones, y controlar que se efectúen de manera correcta y transparente. El diputado Rafael Gentili fue uno de los signatarios del pedido de informes.


(Para ver la nota publicada hacer click aquí)

“Todo lo que es el esquema de habilitaciones en la Ciudad de Buenos Aires, sea de obras como de comercios, sobre todo las industrias y los boliches bailables, lugares de explotación de prostitución, que siempre fue de una altísima corrupción, se mantiene”.

Las palabras de Gentili exploran más allá.

Los ejemplos de desastres edilicios en la Ciudad, en los últimos años de gestión PRO, se han repetido.

“Los derrumbes lo que explican es un fenómeno que ha impulsado el Macrismo, que es la construcción indiscriminada en la Ciudad. Lo que ha hecho es que la AGC, no solamente ellos, sino las agencias que tienen que ver con la habilitación de obras, están a disposición de que el negocio se desarrolle sin inconveniente. Cuando hay inconveniente, se soluciona con la coima. Entonces los controles son más laxos”

Vale recordar que la última tragedia sucedió el 4 de noviembre pasado, cuando un edificio de la calle Bartolomé Mitre 1232, en pleno centro porteño, se vino abajo, dejando a varias familias sin hogar en plena noche. El saldo fue de una víctima, a la que hallaron bajo los escombros días después.

La suba del ABL (Alumbrado, barrido y limpieza) es, tal vez, el mayor punto de conflicto directo con los vecinos actualmente. El incremento que se aseguraba del 66% desde el Gobierno, no fue tal. Y las facturas golpearon la economía hogareña con aumentos que exceden por mucho el 100%.

“Se ve un apetito recaudatorio por Macri y una indiferencia. En toda la gestión económica del gobierno de Macri, se ve la concepción de empresa”, opina Gentili. La confusión que el diputado, como representante de la oposición, manifiesta, tiene su fundamento: “Ellos te dan una explicación de cómo se calcula. Vos usas una de esas explicaciones, te da un valor, usas otra de las explicaciones, te da otro valor. Entonces, los mismos datos que ellos te dan, no coinciden con las cuentas

De todos modos, admite que el ABL “esta retrasado y que a perdido importancia en la recaudación. De representar el 20%, ahora representa el 7%”. Pero aclaro que gran responsabilidad de dicha distorsión “proviene del aumento del año 2008”

Gentili explica que el aumento “Puede ser razonable este valor en términos abstractos. Mi casa vale el doble de lo que la pague en el 2007”.

Pero al mismo tiempo aclara: “Yo no hice nada para que valga el doble. Mis ingresos no se duplicaron el doble. Sin embargo, me castigan porque vale el doble. Me castiga el que hizo políticas para que mi casa valga el doble. El argumento de ‘estan muy retrasadas las valuaciones fiscales con relación a la valuación del mercado’ es un argumento tramposo. Porque presupone que la gente hizo algo para esa revalorización

Finalmente, detalla la propuesta del bloque de Proyecto Sur en la cámara de diputados de la Legislatura porteña: “Nosotros éramos partidarios de tener, primero, datos ciertos, un relevamiento casa por casa, cosa que no se ha hecho. Después, una política de aumento que no empezara con el 100% como empezó ahora. Que se lleve, en una perspectiva de 10 años, no de 3 años, a recomponer esa incidencia del ABL. Había que tener en cuenta el bolsillo de la gente”

La última escala de la charla matutina fue el de las comunas. Hay que recordar que el año pasado, los porteños eligieron por primera vez, al tiempo que votaban al Jefe de Gobierno, a los 7 integrantes de las 15 comunas en las que se divide la Ciudad de Buenos Aires.

Pero la euforia por tal avance en cuestiones de gestión pública y descentralización en la toma de decisiones, se ve hoy trunca por las trabas que el Gobierno local le impone a las estructuras comunales.


“El Gobierno de la Ciudad no le transfiere las herramientas para poder ejercer sus tareas”, comienza Gentili. “Macri no cree en las comunas. Las están maltratando y están queriendo que no surjan. Hoy tenes 105 comuneros electos, la mayoría de los cuales son del PRO, y no les están dando las competencias que la Constitución les dice

“Subestiman la capacidad de la gente para autogobernarse. No creen en la participación popular, vecinal, no creen en un gobierno colegiado, que es una instancia para nosotros muy interesante de gestión de la cuestión pública”.

Gentili explica uno de los posibles grandes aportes de las comunas: Son un buen elemento para desarmar nichos de corrupción que hay. Por ejemplo, todo el tema inspecciones, para nosotros tiene que pasar a nivel de las comunas. Es mucho más fuerte el control que puede haber por parte de la sociedad. Son 7 personas que viven en tu barrio, que vos los conoces, que vos le vas a tocar la puerta y quejarte, que podes ir al consejo consultivo a reclamar y a denunciar”

Las palabras finales respecto al tema comunas es categórico: “Eso ha generado también mucho malestar dentro del propio PRO. Nadie quiere ser ‘ñoqui’. Sienten que están siendo ninguneados por su gobierno”

Como cierre del encuentro, y antes de estrechar manos, Rafael Gentili se refirió a la ciudad como ciudadano, desde el sentimiento: “Es, en principio el lugar donde uno nació y donde uno elige vivir. Es y tiene todo lo que uno detesta y todo lo que uno ama, en partes mas o menos iguales, y quizá eso es caos, pero también tiene su orden en el caos”

“En Buenos Aires, el caos enamora”