“Lo que se requiere es voluntad política”. Las palabras del
diputado porteño Rafael Gentili, miembro de Proyecto Sur, son tajantes y
claras.
En el ranking de temas candentes
para la política de la Ciudad ,
el subte
ocupa los primeros puestos de la lista, desde el preciso instante en que se
supo la intención del gobierno Nacional de efectivizar el traspaso, hacia fines
del año pasado.
El despacho del diputado en la Legislatura fue el
punto de encuentro para que el viernes 19 de Abril, a partir de las 10.15 de la
mañana, se de una charla en la que se abordaron varias cuestiones que agitan la
cotidianeidad porteña. Uno de los ejes fue, justamente, el traspaso de las
líneas de subterráneo, aún en veremos.
El proceso de transferencia
comenzó a partir del mes de Diciembre del 2011, con la decisión unilateral desde
el Ejecutivo nacional de otorgarle a la Ciudad un derecho constitucional que le fue negado
a través de los años. Para peor, se instaba a realizarlo a las apuradas.
¿Por qué sucedió de este modo?
“Es producto de la realidad.
El Gobierno Nacional ve una película para el 2012 desastrosa, porque no va a
poder hacer frente a todo el esquema de subsidios que había diseñado estos
años, del cual sacó mucho rédito político”, explica Gentili. “No parte de una creencia de que el subterráneo
corresponde que sea gestionado por la Ciudad.
No fue una cuestión de principios. El
primer hecho de la realidad fue la situación económica que se agravaba”
Lamentablemente, todo el asunto
quedó preso de las peleas ideológicas y las jugarretas mutuas.
“La Ciudad
acepta las reglas de juego y se firma el acta. Se quedan cosas para discutir,
entre ellas obras que el Gobierno
Nacional debía hacer y no hizo en estos años, para mejorar el servicio.
Entonces pasa ‘Once’ (En referencia a la tragedia del tren Sarmiento en la
estación de Once, Capital Federal) Y Macri dice ‘No, esto me puede pasar a mi
en cualquier momento. Yo no quiero ser responsable de esto, cuando en realidad
el estado del servicio no es culpa mía’. Y eso es cierto”, aclara el
diputado.
“En el medio esta la discusión de la policía, que fue una buena
coartada para que Macri fundamentara su decisión y que fue una chicana del Gobierno
Nacional, muy inoportuna”. Gentili deja en claro que las posiciones de
ambos son equivocadas.
No obstante, hay un componente de
la discusión que pasa casi desapercibida: El
rol de la empresa concesionaria del servicio, Metrovías.
Rafael Gentili presentó un
informe acerca de los negociados que mantiene el dueño de la empresa
ferroviaria: El grupo Roggio.
“Hace aparecer a Metrovías como una empresa pobre, deficitaria, y al
mismo tiempo ellos manejan las cuestiones que dan ganancias, como publicidad,
alquiler de locales comerciales, todas las actividades rentables, no la explotación
misma del subterráneo”.
“Se repite un esquema típico de las concesiones de los ’90, donde hay
una empresa concesionaria pobre y un accionista rico. Lo mismo pasa con los
Cirigliano en TBA. ¿Cómo se acaba con esto? Revisando este esquema de negocios:
Sacando a Metrovías, con una gestión pública estatal de subterráneos, para
poder aprovechar todos esos negocios en beneficio del servicio y los usuarios y
no de un grupo económico”, expone Gentili.
Pero la acusación continúa: “Metrovías usaría plata de los subsidios
para financiar a sus dueños a una tasa más baja que la del mercado, mientras
tiene una deuda que tiene un interés más alto que los que le cobra a su dueño”
Este informe impulsó la denuncia
que se realizó ante la Comisión Nacional
de Valores.
(Para ver la nota y el informe adjunto, hacer click aquí)
¿Pero esta en condiciones el
Gobierno de la Ciudad ,
a través de la empresa estatal SBASE,
de hacerse cargo del subte?
“Lo que se requiere es priorizar la profesionalización de la burocracia
que se va a hacer cargo de eso y
despegarla de los intereses políticos del Gobierno de turno. El vaciamiento de
la gestión privada implica que el estado tiene que poner plata y que sean
deficitarias en ese primer momento en que el estado se hace cargo. Caso
Aerolíneas. Si vos manejas esa empresa con criterios políticos, ese déficit va
a seguir siendo, porque no esta al servicio el rol social que tiene que
cumplir”
“Hay materia gris en el estado
capaz de hacerse cargo de la gestión de una empresa privada”, sentencia
Gentili.
El listado de temas pensados para
la entrevista continuó con otra seria denuncia que golpea a la administración
del Ingeniero Mauricio Macri.
La semana pasada la diputada
María José Lubertino dio una conferencia de prensa para profundizar en las
causas judiciales que se centran en la Agencia Gubernamental de Control
(AGC) El fin de esta oficina, a grandes rasgos, es la de habilitar las construcciones
y demoliciones, y controlar que se efectúen de manera correcta y transparente.
El diputado Rafael Gentili fue uno de los signatarios del pedido de informes.
(Para ver la nota publicada hacer click aquí)
“Todo lo que es el esquema de habilitaciones en la Ciudad de Buenos Aires, sea
de obras como de comercios, sobre todo las industrias y los boliches bailables,
lugares de explotación de prostitución, que siempre fue de una altísima
corrupción, se mantiene”.
Las palabras de Gentili exploran
más allá.
Los ejemplos de desastres
edilicios en la Ciudad ,
en los últimos años de gestión PRO, se han repetido.
“Los derrumbes lo que explican es un fenómeno que ha impulsado el
Macrismo, que es la construcción
indiscriminada en la Ciudad. Lo que ha hecho es que la
AGC , no solamente ellos, sino las agencias que tienen que ver
con la habilitación de obras, están a disposición de que el negocio se
desarrolle sin inconveniente. Cuando hay inconveniente, se soluciona con
la coima. Entonces los controles son más laxos”
Vale recordar que la última
tragedia sucedió el 4 de noviembre pasado, cuando un edificio de la calle
Bartolomé Mitre 1232, en pleno centro porteño, se vino abajo, dejando a varias
familias sin hogar en plena noche. El saldo fue de una víctima, a la que
hallaron bajo los escombros días después.
La suba del ABL (Alumbrado, barrido y
limpieza) es, tal vez, el mayor punto de conflicto directo con los vecinos
actualmente. El incremento que se aseguraba del 66% desde el Gobierno, no fue
tal. Y las facturas golpearon la economía hogareña con aumentos que exceden por
mucho el 100%.
“Se ve un apetito recaudatorio
por Macri y una indiferencia. En toda la gestión económica del gobierno de
Macri, se ve la concepción de empresa”, opina Gentili. La confusión que el
diputado, como representante de la oposición, manifiesta, tiene su fundamento: “Ellos te dan una explicación de cómo se
calcula. Vos usas una de esas explicaciones, te da un valor, usas otra de las
explicaciones, te da otro valor. Entonces, los
mismos datos que ellos te dan, no coinciden con las cuentas”
De todos modos, admite que el ABL “esta retrasado y que a perdido
importancia en la recaudación. De representar el 20%, ahora representa el 7%”.
Pero aclaro que gran responsabilidad de dicha distorsión “proviene del aumento del año 2008”
Gentili explica que el aumento “Puede ser razonable este valor en términos
abstractos. Mi casa vale el doble de lo que la pague en el 2007” .
Pero al mismo tiempo aclara: “Yo no hice nada para que valga el doble.
Mis ingresos no se duplicaron el doble. Sin embargo, me castigan porque vale el
doble. Me castiga el que hizo políticas para que mi casa valga el doble. El argumento de ‘estan muy retrasadas las
valuaciones fiscales con relación a la valuación del mercado’ es un argumento
tramposo. Porque presupone que la gente hizo algo para esa revalorización”
Finalmente, detalla la propuesta
del bloque de Proyecto Sur en la cámara de diputados de la Legislatura porteña: “Nosotros éramos partidarios de tener,
primero, datos ciertos, un relevamiento casa por casa, cosa que no se ha hecho.
Después, una política de aumento que no empezara con el 100% como empezó ahora.
Que se lleve, en una perspectiva de 10 años, no de 3 años, a recomponer esa
incidencia del ABL. Había que tener en cuenta el bolsillo de la gente”
La última escala de la charla
matutina fue el de las comunas. Hay que recordar que el año pasado, los porteños eligieron por primera vez, al tiempo que
votaban al Jefe de Gobierno, a los 7 integrantes de las 15 comunas en las que
se divide la Ciudad
de Buenos Aires.
Pero la euforia por tal avance en
cuestiones de gestión pública y descentralización en la toma de decisiones, se
ve hoy trunca por las trabas que el Gobierno local le impone a las estructuras
comunales.
“El Gobierno de la
Ciudad no le transfiere las herramientas para poder ejercer
sus tareas”, comienza Gentili. “Macri
no cree en las comunas. Las están maltratando y están queriendo que no surjan. Hoy tenes 105 comuneros electos, la mayoría
de los cuales son del PRO, y no les están dando las competencias que la Constitución les dice”
“Subestiman la capacidad de la gente para autogobernarse. No creen en
la participación popular, vecinal, no creen en un gobierno colegiado, que es
una instancia para nosotros muy interesante de gestión de la cuestión pública”.
Gentili explica uno de los
posibles grandes aportes de las comunas: “Son un buen elemento para desarmar nichos
de corrupción que hay. Por ejemplo, todo el tema inspecciones, para
nosotros tiene que pasar a nivel de las comunas. Es mucho más fuerte el control
que puede haber por parte de la sociedad. Son 7 personas que viven en tu
barrio, que vos los conoces, que vos le vas a tocar la puerta y quejarte, que
podes ir al consejo consultivo a reclamar y a denunciar”
Las palabras finales respecto al
tema comunas es categórico: “Eso ha
generado también mucho malestar dentro del propio PRO. Nadie quiere ser
‘ñoqui’. Sienten que están siendo ninguneados por su gobierno”
Como cierre del encuentro, y
antes de estrechar manos, Rafael Gentili se refirió a la ciudad como ciudadano,
desde el sentimiento: “Es, en principio
el lugar donde uno nació y donde uno elige vivir. Es y tiene todo lo que uno
detesta y todo lo que uno ama, en partes mas o menos iguales, y quizá eso es caos,
pero también tiene su orden en el caos”
“En Buenos Aires, el caos
enamora”