Uno de los pocos temas que contemplaba la agenda de la Legislatura de la Ciudad en su primera jornada de sesión ordinaria era tratar y, potencialmente, aceptar la donación de una escultura del Cura Carlos Mugica, que el artista plástico Alejandro Marmo había realizado para ser ubicada en algún punto de la Ciudad.
Finalmente, la Legislatura aprobó en primera lectura la ley que acepta la donación y autoriza al emplazamiento de la obra en el cantero central de la Avenida 9 de Julio, en la intersección de las calles Carlos Pellegrini y Arroyo.
Por reglamento interno, la ley, que implicaría algún tipo de "alteración" al espacio público, según la ley 89 de la Legislatura de la Ciudad, debe aprobarse en "primera lectura" (Tal y como sucedió durante la jornada de hoy), y luego pasar por el procedimiento de Audiencia Pública para luego ser sometida a una nueva votación para su sanción definitiva.
La donación fue realizada por el Gobierno Nacional a favor de la Ciudad.
Un poco de historia
Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe (1930-1974), conocido como "El Padre Mugica" fue un sacerdote católico y profesor de Teología vinculado al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y a las luchas populares de la Argentina de las décadas de 1960 y 1970.
La mayor parte de su labor social tuvo lugar en la Villa 31 situada en Retiro, que los vecinos llaman con su nombre. Fue el fundador de la parroquia "Cristo Obrero" la que continúa vigente y sigue siendo una de las instituciones más fuertes del barrio en la actualidad.
El 11 de mayo de 1974, después de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano en el barrio de Villa Luro, Mugica se disponía a subir a su humilde Renault 4-L, cuando recibió cinco tiros que terminaron con su vida.
Este año se cumplirá el 40º aniversario de su asesinato y la autora del proyecto legislativo, la diputada Gabriela Alegre, entendió que una manera de rendirle homenaje y recordar su obra es emplazando una escultura en las cercanías del lugar donde desplegó su trabajo pastoral.
La ley fue aprobada por 53 votos positivos y contó con las las abstenciones de Bergel, Bodart y Ramal.
Bodart argmentó su abstención al remarcar que "Coincido en homenajear a un militante popular que optó por defender a los pobres y dio la vida por sus ideas. Pero este tipo de homenajes no sólo se deben hacer mirando al pasado, sino sobre todo al presente y al futuro."
Y en línea con el significado de la figura de Mugica, expresó que "Si hoy viviera, el Padre Carlos Mugica seguramente hubiera estado el sábado pasado junto a nosotros en Lugano enfrentando la represión policial del Gobierno de la Ciudad y reclamando la urbanización de la Villa 20, tantas veces demorada."
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