Reflota en la agenda porteña alguna potencial medida para regular la actividad de los cuidacoches, conocidos como "trapitos". Distintos diputados de la Ciudad se refirieron en estos últimos días a un tema que el año pasado ya había sido objeto de extenso debate. Mientras el oficialismo (el PRO) desea erradicarlos de las calles, otros bloques propusieron darles herramientas para que sea una actividad controlada y legal. Las diferencias continúan.
El
diputado del PRO, Daniel
Presti, presidente de la
Comisión de Seguridad de la Legislatura porteña, se reunió con vecinos de Palermo (Comuna 14), para disertar sobre esta problemática. Del encuentro también participó el presidente de la junta comunal, Maximiliano Corach.
Presti manifestó
que “hay que darle las herramientas necesarias a la Justicia para acabar con
los negocios y mafias que extorsionan a los automovilistas".
"El espacio público no se negocia, es de todos
los vecinos", sostuvo
Presti. “Debemos trabajar desde el Estado para garantizar la tranquilidad a
quienes transitan o estacionan en la Ciudad de Buenos Aires", añadió.
El
legislador del PRO recordó que el vicepresidente primero de la Legislatura,
Cristian Ritondo, presentó el año pasado un proyecto de ley para prohibir esa
actividad.
Por su
parte, Maximiliano Corach,
opinó que "tenemos en claro que la de los cuidacoches, es una actividad
ilegal, extorsiva y de apropiación del espacio público. Necesitamos una legislación firme para prohibir la actividad, porque, en estos casos,
los puntos medios no sirven. La seguridad de los vecinos no se puede negociar”.
Otro legislador macrista, Roberto Quattromano, volvió a criticar a quienes
apoyan la actividad ilegal de los cuidacoches. En ese sentido, les recordó a
sus pares que "fuimos votados para trabajar por los vecinos, no para
quienes se adueñan del espacio público con métodos mafiosos",
sostuvo.
Aseguró
que "Desde el bloque vamos a insistir con la prohibición de esta
actividad y seguiremos reclamando tolerancia cero para las mafias de los
cuidacoches".
Quattromano recordó el planteo de la Presidenta,
quien "cuando abrió las sesiones en el Congreso de la Nación dijo que
vamos a tener que legislar sobre una norma de respeto y convivencia urbana, al
hablar de los que cortan las calles."
Quattromano aseguró que "Seguiremos trabajando hasta que entiendan que
no sólo la policía, sino también los fiscales, tienen las manos atadas si no se
modifica el Código Contravencional, para sancionar a las personas que pretenden
lucrar con el espacio público."
Desde algún sector de la oposición ya rechazaron cualquier intento de prohibición. Alejandro Bodart (MST) afirmó. "El nuevo intento del PRO muestra su absoluta insensibilidad social. Presuponen que ser pobre equivale a ser delincuente. En vez de criminalizar a los trapitos, hay que asegurar inclusión social y regularizar su actividad.”