20 de septiembre de 2013

Continúan la toma de los Colegios, y ya son 7

Diego Adrián Fernandez - 20 de septiembre de 2013

Mantienen ocupadas siete escuelas secundarias porteñas; un comité del Consejo Federal de Educación analiza permitir ampliar de 10 a 17 orientaciones a la Ciudad, para poder ponerle fin a una situación que lleva más de 3 días de sentadas y tomas.

El conflicto en los colegios de la ciudad de Buenos Aires continúa en ascenso. Ayer adhirieron tres establecimientos más a la toma:
Los dos secundarios preuniversitarios Nacional de Buenos Aires y Carlos Pellegrini, y la Escuela Normal 11 Ricardo Levene. Estos últimos se sumaron al Mariano Acosta, el Normal 1, el Lenguas Vivas y el Rogelio Yrurtia, por lo que ya son siete los colegios tomados, y los alumnos del colegio Julio A. Roca, en Belgrano, adelantaron que hoy también se sumarán. Así, ya son 7337 los estudiantes que están sin poder asistir a clases por un conflicto que no se sabe cuándo podría terminar.

La politización del conflicto quedó ayer en evidencia con la adhesión a las protestas de los dos colegios que dependen de la Universidad de Buenos Aires, y que, por lo tanto, no se verán afectados por la reforma curricular que intenta implementar el gobierno porteño para adecuarse a la ley federal de educación.

De forma voluntaria en 2014 y obligatoria desde 2015, la escuela secundaria porteña se adecuará a la ley federal de educación para que sus títulos mantengan el reconocimiento nacional actual. Esa modificación, que fundamentalmente implicará pasar de las 158 especialidades que existen actualmente a 10 -como rige en el resto de las provincias-, genera fuertes controversias entre estudiantes, que han tomado varias escuelas en señal de protesta.

Además, persisten varias dudas sobre la aplicación de la reforma. El Consejo Federal de Educación debía votar a fines del mes último la adecuación de la Ciudad a la ley nacional, pero esto nunca ocurrió. En coincidencia con la extensión de las tomas de colegios, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, afirmó que en ese cuerpo colegiado del área educativa se analiza ampliar el número de orientaciones previstas, como reclaman los estudiantes.

Cuando el Consejo Federal de Educación apruebe el cambio porteño, el nivel secundario en este distrito tendrá las siguientes orientaciones:

Bachillerato en Ciencias Sociales o en Ciencias Sociales y en Humanidades; bachillerato en Ciencias Naturales; bachillerato en Economía y Administración; bachillerato en Lenguas; bachillerato Agrario/Agro y Ambiente; bachillerato en Turismo; bachillerato en Comunicación; bachillerato en Informática; bachillerato en Educación Física, y bachillerato en Arte (música, artes visuales, teatro, danza). Se mantendrá, además, el secundario técnico.

La idea de recurrir a esta medida de fuerza fue presentada por la agrupación Oktubre, una organización vinculada con el Partido Obrero que actualmente tiene la presidencia del centro de estudiantes. Las agrupaciones con representación minoritaria, entre las cuales están Los Eternautas -cercanos a La Cámpora-, votaron mayormente en contra.

El rector, Gustavo Zorzoli, reveló que debió pasar la noche en su despacho del colegio, ya que si se retiraba no iba a poder regresar.

En el Pellegrini, donde la votación en favor de la toma fue ampliamente mayoritaria, también afirmaron que una de las causas de la medida tenía que ver con los posibles cambios curriculares.

Sin embargo, el rector Marcelo Roitbarg negó rotundamente que el plan de estudio de este secundario corra riesgo de ser modificado y criticó duramente la toma. Al mismo tiempo, se mostró impotente ante la situación y afirmó que las autoridades del colegio no tienen herramientas para evitarla. El rector del Nacional de Buenos Aires también fue terminante en este tema.

Mientras tanto, ayer por la tarde se mantuvo una reunión entre el Consejo Superior de Educación y el Ministerio de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich, y se discutió la posibilidad de aumentar efectivamente la cantidad de orientaciones de 10 a 17, lo cual ayudaría a destrabar el conflicto.
NOTA: PABLO MÜLLER