Finalmente, la
Legislatura porteña aprobó en la tarde de ayer, lunes 10 de diciembre, el expediente
Nº3466-J-2012 el cual le permite al Poder Ejecutivo de la Ciudad ampliar el programa
de financiamiento en el mercado local emitiendo títulos de deuda por la suma de
U$S 85 millones.
De esta manera, el Gobierno de la Ciudad continúa
endeudándose y comprometiendo a futuro la sustentabilidad fiscal de Buenos
Aires.
Para la Diputada
María José Lubertino "el
endeudamiento de Macri no se traduce en logros, obras u objetivos. No se rinden
cuentas del endeudamiento anterior, se amplía y es deuda para pagar deuda sin
haber detalle de ningún tipo de lo que se hizo con la deuda anterior ni de lo
que se está haciendo o se va a hacer con esta ampliación. No se detalla tasa de
interés y sobre el plazo, genéricamente se dice que es a un plazo de entre 1 a 10 años".
"Los recursos adquiridos en endeudamientos anteriores no son
invertidos debidamente. Y en este caso son innecesarios. Se está generando lo
que nosotros llamamos una bicicleta financiera, un círculo vicioso que nos
lleva a recurrir a mayor endeudamiento para saldar deuda contraída
anteriormente y que no vemos en obras", agregó
Lubertino.
Con respecto a la no ejecución de los presupuestos asignados, la Legisladora manifestó "Cómo puede ser que el
gobierno de Macri persista en esta conducta de endeudar a todos los porteños
sin ejecutar los presupuestos votados por la legislatura para obras viales y de
infraestructura. Por qué motivo no se evalúa primero utilizar los recursos
disponibles y aprobados en el presupuesto 2012, previo a solicitar nuevos
endeudamientos".
En la gestión macrista (2007-2012) la deuda se incrementó en un
384%, y un 112% en este último año. En dólares un 228% y un 97%
respectivamente. Macri ha llevado a cabo una dolarización de la cartera de
títulos y créditos, prácticamente el total de la deuda esta nominada en
dólares. Siendo hoy el 96% mientras que en 2007 era del 34%.
Cada familia tipo de la ciudad debe $12.040, para justificar el
permanente aumento de la deuda pública, el Ejecutivo suele argumentar que el
financiamiento obtenido se destina a obras de infraestructura. Sin
embargo, no se ve reflejado en mejoras estructurales o de infraestructura, sino
que se lo utiliza para financiar gasto corriente y para el pago de deuda e
intereses de la misma, a lo que se suma el bajo nivel de ejecución
presupuestaria. Hasta el tercer trimestre sólo se había ejecutado sólo el 35 %
del crédito presupuestado destinado a obras.
Para concluir, Lubertino declaró "nos
lleva a pensar que son pésimos haciendo proyecciones y las obras que pensaron que
les saldría $10, finalmente le salieron $1. O que son pésimos gestionando y no
quisieron utilizar el presupuesto y las deudas contraídas. La realidad es
que el gobierno de la ciudad tiene presupuesto y no utilizó, tiene deuda que no
administró y ahora quiere otra deuda para pagar la inoperancia".