COMUNICADO DE PRENSA
Cruz Roja Argentina en el
Día Internacional de los Voluntarios
(Web)
En el Día Internacional
de los Voluntarios, que se celebra el 5 de diciembre, la Federación
Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR)
reclama una mayor protección a los voluntarios y voluntarias frente a los
crecientes riesgos que afrontan y un mayor reconocimiento por la importante
labor que llevan a cabo en sus comunidades.
Cerca de 17 millones de
personas son voluntarias de la Cruz Roja en todo el mundo, mientras que en
Argentina alrededor de 10.000 personas participan solidariamente de sus
acciones.
El compromiso voluntario
se materializa en las actividades enmarcadas en los distintos ejes estratégicos
de la Cruz Roja Argentina, que incluyen: gestión del riesgo de emergencias y
desastres, promoción de la salud, servicios educativos y primeros auxilios. “El
voluntariado es la fuerza que anima a la Cruz Roja desde su creación. Hace ya
más de 150 años que venimos brindando asistencia a millones de personas en
situación de vulnerabilidad, promoviendo el desarrollo de las comunidades y aportando
a mejorar la vida de quienes que más lo necesitan. Todo ello es posible gracias
a la vocación humanitaria de aquellos que se involucran de forma desinteresada
para ayudar a otros”, expresó Cecilia Villafañe, directora general de la
organización.
“Uno llega sin saber
siquiera la dirección de su filial, y se queda cuando ve que no hay mejor
sentimiento que ayudar. Cuando yo llegué me di cuenta que ese era mi lugar”,
cuenta Mariano Bello, de 25 años, voluntario de la filial Luján de la Cruz Roja
desde 2009.
En la inundación ocurrida en esa localidad a fines de octubre
pasado, 35 familias fueron asistidas a través de apoyo psicosocial, recreación
para niños/as y primeros auxilios. En la intervención estuvieron comprometidas
las filiales de Lujan, Zarate, La Plata y Saavedra y participaron más de 60
voluntarios y voluntarias.
Sobre lo ocurrido en su
ciudad, Bello señaló: “la lamentable situación que pasamos hace poco nos
permitió aprender muchas cosas y darnos el sostén para reafirmar una vez más
porque nos seguimos quedando, porque seguimos eligiendo ayudar.
A diario hay cientos de
personas voluntarias de la la Cruz Roja o la Media Roja involucrados/as en
situaciones de riesgo. En término medio, cada semana en algún lugar del mundo,
un voluntario de la organización muere o resulta gravemente herido mientras
realiza su labor humanitaria. Por esa razón, el mensaje de la Federación
Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) para
el Día Internacional de los Voluntarios este año apunta a la protección y el
reconocimiento de esa labor.
Desde que comenzó el
conflicto armado en Siria, casi 4 años atrás, 47 voluntarios de la Media Luna Roja
murieron en actos de servicio y muchos más sufrieron heridas físicas y
emocionales mientras prestaban una ayuda neutral e imparcial en comunidades
afectadas. En África Occidental, donde las organizaciones humanitarias afrontan
el mayor brote de Ébola de la historia, muchos voluntarios que colaboran en la
respuesta se enfrentan al creciente estigma y rechazo de su propia comunidad
por participar en la lucha contra el virus.
“Los entornos
humanitarios del mundo son cada vez más complejos y el voluntariado se vuelve
más difícil y también más peligroso. En muchos casos, enfrentan sus
propios traumas y dificultades significativas, por lo cual, pueden ser tan
vulnerables como las personas a quienes apoyan. Por eso tenemos que
protegerlos”, señaló Elhadj As Sy, Secretario General de la FICR.
Durante las crisis y
emergencias humanitarias, las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la
Media Luna Roja suelen registrar un enorme aumento del número de voluntarios
que se inscriben para asistir y socorrer a las comunidades afectadas. Los
voluntarios necesitan contar con el apoyo de los gobiernos, las organizaciones
donde trabajan y las comunidades donde viven. También requieren capacitación,
reconocimiento y protección en su labor, así como acceso al equipo de
protección que necesitan, un seguro apropiado y, más que nada, un constante
apoyo psicológico y personal.