26 de septiembre de 2014

Regular la actividad cultural de la Ciudad de Buenos Aires es una necesidad real

Diego Adrián Fernandez - 26 de septiembre de 2014

Nota: Florencia Ferretto
Estudiante de Comunicación Social en la Universidad Austral - Twitter @florferretto - Mail: flor.f.2893@hotmail.com

El cierre de varios centros Culturales independientes en la Ciudad provocó la reacción de artistas, vecinos y de diputados de la oposición, lo cual generó la presentación inmediata de proyectos de ley para una actividad que, increíblemente, no tiene regulación ni amparo legal específico. 


Con las modificaciones necesarias, el proyecto de Ley de Centros Culturales, impulsado por MECA (Movimiento de Espacios Culturales Autogestionados) reconocerá y beneficiará tanto a los espacios con fines de lucro como a los que admitan una actividad sin estos.


"En este último mes y medio una treintena de centros culturales fueron clausurados sin motivo", declaró Matías Bustelo, portavoz de Nuestra América, un espacio político cultural con sede en Barracas.

El pasado jueves 4 de septiembre, la Asamblea de Espacios Culturales en Lucha, conformada por el Frente de Artistas, ENECA y otras asociaciones, suspendió una intervención artística prevista por el fallecimiento de Gustavo Cerati.  Para visibilizar su posición respecto al proyecto de Ley de Centros Culturales presentado por el interbloque kirchnerista el viernes 29 de agosto, la Asamblea había convocado a artistas y ciudadanos frente a la Legislatura Porteña.

“Las clausuras en nombre del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires obedecen a una política. Es ingenuo creer que el macrismo no tiene ninguna política cultural. La tiene y tiende a que su acceso sea posible para el bolsillo de unos pocos”, dijo Bustelo en nombre de la Asamblea.


MECA, junto con Abogados Culturales y legisladores del Frente Para La Victoria y Proyecto Sur, impulsaron el proyecto de Ley de Centros Culturales que tiene como objetivo la habilitación de los centros. El movimiento nació por inquietudes y problemáticas similares derivadas del vacío legal que existe para la regulación de estos espacios.

Claudio Gorenman, portavoz de MECA y uno de los fundadores del Club Cultural Matienzo, para diferenciarse de la Asamblea, planteó: “ENECA quiere una especie de amnistía absoluta, una vía libre para no estar bajo la órbita de la Agencia Gubernamental de Controles (AGC). Como idea está bien, pero reglamentar eso puede tardar cinco años y nosotros lo que necesitamos, primero que nada, es la habilitación. No es crear un parche sino tener una ley que le implique alguna responsabilidad a quien abre el espacio”.

Sin embargo, no todo el sector cultural se incluye en dichas condiciones. “Esta ley es perjudicial incluso para aquellos que admiten ser cooperativas de artistas, por eso, para mí, esta ley es mala”, dijo Lucía, de Compadres del Horizonte, y añadió: “En ENECA el consenso es que no vamos a sacar una ley de debajo de la baldosa. El problema es político, un proyecto nuestro hoy no sale. A MECA le está saliendo pero si están planteando una ley, el ámbito de discusión tiene que abrirse más”.

El proyecto de ley propuesto entiende por “Centro Cultural” y “Club de Cultura”, a espacios en los que se realicen manifestaciones artísticas que signifiquen espectáculos con participación real y directa de intérpretes, en cualquiera de sus modalidades y en los que se tomen en cuenta únicamente la calidad del espectáculo o el interés de este como vehículo difusor de cultura.

Una de las láminas armadas por la Asamblea
Respecto a esta definición, Esteban Sambuseti, miembro de la Asamblea, plantea: “no contempla la diversidad de espacios que hoy actúan en la Ciudad; impone una injerencia de la AGC (Agencia Gubernamental de Control) que nos aleja del vínculo con el Ministerio de Cultura, con quien tendríamos que tenerlo, y no conlleva un plan de fomento que estimule y promueva el desarrollo de los espacios culturales sin fines de lucro”.

“Nosotros entendemos que el Estado tendría que hacerse cargo del desarrollo de la cultura y de las condiciones que la hacen propicia”, afirmó Martín Cardozo, miembro del Frente de Artistas, organización ligada al Partido Obrero.

Los objetivos que persiguen ambos colectivos son los mismos: la visibilidad de sus propuestas frente al proyecto de Ley, la apertura de los centros clausurados, presupuesto para la refacción de los espacios y que se reconozcan todos los derechos a los trabajadores de los centros y clubes.

La Asamblea de Espacios Culturales en Lucha prevé proponer un nuevo proyecto de ley alternativo al ya presentado por MECA y pretenden que entre en comisión en la reunión de asesores realizada cada martes de por medio en la Legislatura.

Todo esto operó a raíz de las últimas movilizaciones en contra de las clausuras y se gestó a la espera del inicio del primer Festival de Cultura Autogestionada, conocido como FeCA, organizado hace 10 meses por productores culturales y un equipo independiente de trabajo.  Participan 64 espacios y comenzó el domingo 21 de septiembre. Sus actividades se extienden hasta el domingo 28, fecha en se realizará un festival de cierre en el Parque Avellaneda desde las 16 horas.

Sebastián Carril es uno de los organizadores del festival. Como gestor cultural, hizo hincapié en que la realidad de la regulación y las clausuras, si bien los atraviesa, “no da nacimiento al festival, sino que este se generó por la inquietud que suponía el desafío de ofrecer en simultáneo más de 200 shows y actividades culturales en toda la ciudad”.