2 de febrero de 2014

Historias subterráneas: Cada andén, un homenaje (PARTE 3)

Diego Adrián Fernandez - 2 de febrero de 2014

La aventura subterránea continúa. El paseo por los túneles donde el pasado está presente nos encuentra en la combinación de la línea B, aquella que recorrimos en la 2º entrega (Ver nota), para adentrarnos en el tramo más corto de toda la red de subtes: La línea C.


Tal y como repasamos con las dos primeras letras del abecedario, los carteles azules que decoran y a la vez nos informan, remiten a nuestra historia. El homenaje eterno que muchas veces desconocemos e ignoramos. Vamos a desandar el corto tramo de esta línea para conocer a las personalidades o sucesos a los cuales cada estación hace referencia.


Un poco de historia

Unos pocos años después de la inauguración de la Línea B, los porteños se encontraron casi inmediatamente con el tercer tramo que penetra las profundidades de la Ciudad para ir de acá para allá, y de allá para acá. La línea C abrió sus puertas el 9 de noviembre de 1934, aunque en ese momento iba de Constitución hasta Diagonal Norte.


Menos de un año y medio después, llegó hasta el barrio de Retiro, para alcanzar de este modo los 4,4 kilómetros divididos en apenas 9 estaciones,  los cuales recorren, además de Constitución y Retiro, los barrios de Montserrat y San Nicolás.

La C concentra un movimiento incesante de usuarios, ya que es la única que cruza al resto de las líneas en el centro porteño, de norte a sur y de sur a norte, siendo su combinación con cada una de ellas el método más veloz para que las personas que provengan de otros barrios se acerquen al bullicioso mundillo céntrico.

Asimismo, su importante caudal de pasajeros se debe a que une las dos cabeceras de trasbordo más importante que la Ciudad tiene para recibir a los que vengan de la provincia.

(De ahí radica la importancia de tener completa la línea H, que también cruzaría a todas las líneas y uniría el sur con Retiro)

El tributo azulado

Esta línea es la única de las 5 (y media, siempre recordando que la ‘H’ no está completa) que en sus estaciones recuerda pura y exclusivamente a personas o acontecimientos relacionados a Argentina. Más llamativo aún, casi todos están relacionados al siglo XIX.

Retiro

Subte, trenes (Mitre, San Martín y Belgrano), colectivos y micros a larga distancia (La terminal), todos pululan, van y vienen en esta zona concurrida de la Ciudad. La estación subterránea tuvo un breve lapso de tiempo durante el cual se llamó “Presidente Perón” (Presidencias peronistas, justamente)

Ubicada debajo de la Avenida Ramos Mejía, cerca del cruce con Libertador, toma el nombre del barrio donde se ubica. A su vez, el barrio recibe el nombre a partir de “La Casa del Retiro”, construida en 1696 por el entonces gobernador, Agustín de Robles, en la intersección de las actuales Maipú y Arenales.

General San Martín

El padre de la patria tiene su recuerdo en la red de subtes porteño, como no podía ser de otra manera. La estación en sí es un recuerdo a la gesta libertadora de don José de San Martín. La plaza homónima adorna la superficie.



Llamativamente, esta es la última estación en construirse, dado que el tramo entre Lavalle y Retiro conectaba directamente, sin tener una parada en el medio, dada la curva pronunciada que contemplaba el recorrido. En 1937 se modificó ese tramo y la línea C finalmente quedo concluida tal y como la conocemos ahora.


Lavalle

Figuras polémicas si las hay, tal vez Lavalle pueda ser entendido como un héroe por la historia centralista porteña. Esta estación, ubicada debajo de la histórica peatonal homónima, recuerda a Juan Galo de Lavalle (1797 – 1841), un militar que, si bien participó activamente a favor de la causa independentista continental, con papeles destacados en varias batallas, luego la historia lo marcó como un ferviente defensor del unitarismo, el ideal de una república dependiente de Buenos Aires.

Su papel más tristemente destacado en esa etapa de su vida, fue derrocar al Gobernador Dorrego y fusilarlo sin juicio ni miramientos. Idas y vueltas en plena guerra civil entre unitarios y federales acabaron con la vida de Lavalle en Jujuy.

Diagonal Norte

Diagonal Norte se encuentra debajo de la intersección de la avenida Roque Saenz Peña (Llamada popularmente como la estación) y Sarmiento. Durante un breve lapso de tiempo se la conoció como Eva Perón (Durante las presidencias Peronistas)

Escaleras que descienden desde los pasillos de la línea D al andén de Diagonal Norte

El nombre lo recibe, simplemente, porque es la diagonal del lado norte que une el al Palacio de Tribunales con el Obelisco (ese tramo es peatonal) y la Casa Rosada (Plaza de Mayo)

A través de esta estación un mundo de gente combina con las líneas B (Carlos Pellegrini) y D (9 de Julio)

Avenida de Mayo

Una de las arterias históricas y más famosas de la Ciudad le da el nombre a esta estación, en conmemoración a los sucesos de Mayo de 1810, cuando la revolución patriota destituyó al Virrey Cisneros y estableció el primer gobierno patrio, el puntapié inicial para la dura y larga batalla por la independencia de los españoles.



Lima, la estación de la línea A, conecta con Avenida de Mayo.

Moreno

Mariano Moreno, ilustre protagonista de la Revolución de Mayo, tiene su recuerdo en el trazado callejero porteño, con su propia arteria, la cual al cruzar Bernardo de Yrigoyen (una de las laterales de la Avenida 9 de Julio), encuentra su propia boca de subte.

Mariano Moreno fue una de las mentes que ideó la Revolución de Mayo, e incluso integró la Primera Junta en condición de secretario. Planificó, creó y pensó.

Entre muchas otras cosas, fundó la Gazeta de Buenos Aires, un periódico – que publicaba actos y actividades de la Primera Junta -, fundado el 2 de Junio de 1810. Su primer número salió el 7 de ese mes, fecha que fue establecida como el día del periodista.

Su aporte académico dejó un legado que él no pudo profundizar, dado que fallecería muy tempranamente en alta mar, el 4 de marzo de 1811, en la goleta inglesa “Fame”. El mito de que era Saavedra – el líder de la corriente opositora en la misma Primera Junta – quien lo mandó matar perdura aún hasta la actualidad.

Independencia

Bajo la avenida de igual nombre, esta estación sencillamente recuerda a aquel evento crucial de nuestra historia: la declaración de la independencia, el 9 de Julio de 1816. La estación E con la cual hace combinación recibe la misma denominación.

San Juan

El recuerdo a la provincia cuyana presente en la red subterránea, dada su ubicación por debajo de la avenida homónima que cruza a Lima, la 9 de Julio y Bernardo de Yrigoyen.

Constitución

La cabecera sur de la línea C llega a otro de los puntos de mayor movimiento de gente en la Ciudad.

Estación Constitución de trenes donde llega el subte

En este caso, recibe su nombre por el barrio y la Plaza que está en la superficie. La estación se construyó debajo de la intersección de Lima y la Avenida Brasil. Más allá de los colectivos que van y vienen hacia el sur, se puede hacer trasbordo con el Ferrocarril Roca, cuya terminal recibe el mismo nombre. Hasta 1966 funcionó allí la combinación con una estación de la línea E. Para no complicarla, recibía el mismo nombre.

En sí, el nombre sencillamente recuerda a la Constitución, pero la que fue redactada en 1853 por Juan Bautista Alberdi. Esto se confirma por el hecho que se considera el día del barrio a la fecha en que nació el mismo autor, 29 de Agosto (de 1810)

Mapa actual de las líneas de subte de la Ciudad de Buenos Aires (Febrero 2014)


Llegamos al final y damos la vuelta, y desandamos parte del camino, hasta llegar al Obelisco. De allí, la aventura subterránea nos depara otro nuevo recorrido. Para la próxima entrega, pasamos del azulado al verde.