Desconocida, tal vez menospreciada y casi inexistente en el
reconocimiento popular, la bandera de la Ciudad de Buenos Aires es el otro gran símbolo
porteño que pocas veces hemos visto en nuestras vidas, a pesar de ser la
herencia de la historia que, mínimamente, todos los vecinos y autoridades de la Ciudad deberíamos tener en
cuenta.
La ordenanza N° 49669 del 31 de agosto de 1995 estableció la
adopción de la bandera oficial para la Ciudad , en base al antiguo escudo que el 20 de
Octubre de 1580 fue adoptado por Juan de Garay.
En la misma, inmerso en un fondo puramente blanco, se
representa a un águila negra, la cruz de Calatrava y una corona como símbolo
del reinado de Castilla y León y cuatro aguiletas que representan las cuatro
ciudades que debían fundarse.
La primera de esas cuatro ciudades fue Santa Fe, la segunda La Trinidad.
Las otras dos ciudades, fundadas después de la muerte de
Garay, habrían sido Concepción de Nuestra Señora, a orillas del Río de Vera y
Aragón y la ciudad de Vera, luego llamada San Juan de Vera de las Siete
Corrientes (Corrientes).
En definitiva, ambos
símbolos (Escudo y Bandera) tendrían que gozar de mayor exposición en plazas,
edificios y caminos porteños, aunque su desconocimiento se enmarca perfecta, y
lamentablemente, en la tradición actual de no respetar, recordar ni homenajear
casi nunca a nuestros mayores símbolos patrios.
Cuestiones culturales que
atentan contra el sentimiento unificado de identidad y pertenencia. Triste
realidad que a futuro se podría cambiar.
Podés también leer la primera parte: El símbolo olvidado 1, el Escudo de la Ciudad