6 de mayo de 2013

Feria del libro:Se realizó la charla “La legislatura y los 100 años del subterráneo porteño”

Diego Adrián Fernandez - 6 de mayo de 2013


Rafael Gentili y Dhan Zunino Singh presentaron la historia cultural de la planificación, construcción y experiencia de viaje subterráneo.

En el marco de la 39° Feria del Libro de la Ciudad de Buenos Aires, el Diputado Porteño Rafael Gentili (El Acento-Proyecto Sur) y el Doctor en Historia Dhan Zunino Singh abordaron uno de los aspectos menos explorado de la historia de Buenos Aires, como lo es la dimensión material y simbólica de la planificación, construcción y experiencia de uso del Subte, en la presentación “La legislatura y los 100 años del subterráneo porteño”.

Gentili, quien integra la Comisión de Tránsito y Transporte en la Legislatura Porteña, dio comienzo a la presentación con una breve introducción al tema y luego Dhan Zunino Singh relató la historia cultural del Subte de Buenos Aires: “El Subte expresó las tensiones de la modernidad urbana. Por un lado, el subte significó un transporte cómodo, rápido y seguro que reforzó la idea de que las innovaciones científico-tecnológicas benefician a la vida social en su totalidad –idea que renovó la confianza en el Progreso-, y realzó el prestigio de la ciudad como metrópolis y a su vez el del país como joven nación moderna. El Subte fue concebido por la Municipalidad en 1907 como una herramienta progresista al ser un servicio público que garantizaba el acceso universal a través de una tarifa barata, de una red extendida por toda la ciudad (100km y 9 líneas), para descongestionar el centro pero también coadyuvar a la suburbanización”.


Luego, Zunino Singh agregó: “Por otro lado, al igual que otros subtes del mundo, el de Buenos Aires fue recibido con ambivalencia, con fascinación tanto como con extrañeza (creyendo que viajar bajo tierra era una “chifladura”), ironía (comparándolo con el mundo de los muertos), llegando a ser objeto de crítica al ser percibido como herramienta de disciplinamiento en un mundo regido por la puntualidad; junto a esto, el viaje subterráneo fue visto como mera traslación y el pasajero como autómata”.

El Doctor en Historia, antes de dar lugar al debate y a las preguntas de los presentes, concluyó explicando que el Subte de Buenos Aires debe entenderse en íntima relación con la calle y del modo en que fue percibida como un espacio caótico. De allí se entiende la mirada positiva y hasta esperanzadora que existió sobre el subterráneo a principios del siglo XX y el modo en que se lo consideró una solución ideal para el tráfico porteño. Sin embargo, la historia también muestra que hubo una revalorización de la vida callejera ante las ambivalencias que generó el Subte. Más allá de las esperanzas o temores que el subte provocaba, hubo experiencias surgidas del viaje cotidiano que dieron cuenta de que este modo de transporte fue un espacio de sociabilidad, poniendo en cuestión la idea predominante de la distancia social como característica de las ciudades modernas y demostrando que la movilidad es una práctica social densamente significativa, es decir, cultural.