
Esta una ley habilita a los jóvenes de 16 y 17 años a votar en las próximas elecciones para cargos porteños, pero no serán sancionados quienes se encuentren en esta franja etaria y no asistan a sufragar.
La norma obtuvo amplio apoyo con 50 votos positivos y sólo 3 abstenciones de los diputados de la Coalición Cívica.
Esta ley va en el mismo sentido que la reforma electoral sancionada recientemente por el Congreso Nacional para los cargos electivos nacionales. Según la ley aprobada, en la Ciudad, son electores en los procesos electorales y mecanismos de democracia semi directa, establecidos en el Título Segundo del Libro Segundo de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, los argentinos nativos y por opción, desde los 16 años de edad y los argentinos naturalizados desde los 18 años de edad domiciliados en la Ciudad y que no se encuentren inhabilitados por la normativa electoral vigente.
En tanto la norma habilita también a los extranjeros de entre 16 y 18 años a votar, al modificar la ley 334 de registro de electores extranjeros. Continúa vigente la norma que determina que los extranjeros deberán votar previa inscripción voluntaria en el Registro de Electoras Extranjeras y Electores Extranjeros creado por ley.
Al respecto, la legisladora por Buenos Aires para Todos, Laura García Tuñón manifestó que "venimos sosteniendo la necesidad
de favorecer la participación política de los jóvenes, entendiendo siempre que
la ampliación de los derechos políticos debiera ir acompañada de una propuesta
más integral de restitución de derechos", y explicó: "por
ejemplo, en el terreno laboral se requiere una mayor protección por los niveles
de precariedad y desempleo, como políticas que incentiven la participación
juvenil en la educación, la cultura y el arte, ámbitos donde han visto relegada
su presencia a consecuencia de la desprotección social vivida".
"Creemos que la
participación y el protagonismo juvenil en el sistema político produce efectos
positivos y brindará aportes innovadores. Si nuestros jóvenes tienen la
responsabilidad de trabajar, estudiar, criar a sus hijos, construir una familia
¿cómo no van a poder tener la posibilidad de decidir en qué país quieren vivir
y quién los va a gobernar?", concluyó García
Tuñón