¡El día llegó!
Se terminó oficialmente la
temporada de vacaciones, y el momento de trabajar comenzó, aún cuando los diputados
de la Ciudad
recorran las calles atendiendo los reclamos de los vecinos o participen de
eventos diarios desde ya hace unas semanas.
Hoy se abrieron las puertas para
la presentación de proyectos de ley y el inicio de nuevos debates – y el
resurgimiento de las viejas discusiones también - acerca de las políticas que
influyen en todos y cada uno de aquellos que vivan o visiten la capital.
Para ello se hizo necesaria la
obligada visita del Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, para abrir un nuevo
periodo de Sesiones Ordinarias en la Legislatura , con un breve discurso de
aproximadamente – y apenas – 15 minutos.
La orientación de sus palabras fue
clara de principio a fin: La mirada crítica a las políticas del Gobierno
Nacional respecto a la relación con la Ciudad de Buenos Aires y el sistema de
coparticipación Federal, el reclamo por el traspaso de los recursos debidos y
su compromiso para que su partido crezca como alternativa electoral a nivel
país. Hubo una pequeña – e insuficiente – mención a los logros de su gestión y
los proyectos para el año.
Macri estuvo acompañado en el
estrado por la Vicejefa
de Gobierno y Presidenta de la
Cámara , María Eugenia Vidal, y los vicepresidentes Cristian
Ritondo, Dante Gullo y Jorge Selser.
Diferenciarse del Gobierno
Nacional fue la gran prioridad de Macri en su acotada alocución, aunque por
momentos esa intención cayó en el tradicional tinte de ‘amor y paz’ que le
imprime a muchas de sus apariciones.
“Nuestras diferencias pueden enriquecer el trabajo en conjunto
más que convertirse en un obstáculo. El pueblo ha elegido a quienes gobernamos
para que busquemos el bien y la felicidad de los argentinos, en nuestro caso,
para que nos ocupemos de la situación de los porteños y de los millones de
argentinos que nos visitan diariamente", sostuvo.
En la misma línea, aprovechó para confirmar su futura postulación
como candidato a Presidente: “No vamos a abandonar nuestro rol de alternativa
nacional porque podemos coincidir en muchas cosas, pero en otras tenemos ideas
distintas y nuestro deber es el de exponerlas. Democracia no es eliminar las
diferencias, sino aceptarlas e integrarlas.”
“La ciudad, las provincias, el Gobierno Nacional tienen que
colaborar para conseguir el bienestar de los ciudadanos, en el marco de un
federalismo de verdad, sin imposiciones ni sometimientos. Necesitamos un
federalismo real, respetuoso de las realidades de todos, no un mero discurso
que luego se traiciona en los hechos".
Por momentos Macri relató grandes verdades en la clase
política nacional. El federalismo de amigos es cierto y comprobable en la
relación de la Casa Rosada
con las provincias y los municipios.
No obstante, en varios pasajes el Jefe de Gobierno parecía
caer en lugares comunes típicos de los discursos de campaña. Cuando dio su
definición de federalismo, hizo excesivo hincapié en lo que, a su parecer, es
una “actitud excesivamente centralista” de la Administración
Kirchnerista /Cristinista.
Volvamos a la
Ciudad , que es, al fin y al cabo, lo que le interesa al
vecino y a este portal de noticias.
Se esperaba que el Jefe de Gobierno aprovechara la ocasión
para aclarar y dar su punto de vista respecto a lo que sucedió con el traspaso
trunco de los recursos de la red subterránea. La falta de claridad de las
partes fue una constante desde el minuto cero del proceso gradual de
transferencia de la Nación
a la Ciudad.
Y lamentablemente Macri no aportó nada nuevo a la decisión
tomada el día de ayer.
Lo único que atinó a comentar sobre el asunto se escuchó
cuando superficialmente tocó el tema ‘Seguridad’, como algo integral, sin
desmenuzar en las particularidades, y criticó las decisiones nacionales como
"medidas unilaterales en un tema como la seguridad en el que ni nos dan
recursos para que podamos hacernos cargo, ni asumen sus responsabilidades,
poniendo en riesgo la vida de los porteños y de los que trabajan o visitan esta
ciudad"
“Menos se
solucionará si se siguen tomando decisiones intempestivas, como la de retirar
la custodia de la
Policía Federal de los hospitales, escuelas y subtes de la Ciudad ", sentenció
sobre el tópico más sensible, donde tanto la Nación como la Ciudad no hacen pie.
Respecto al presupuesto el Jefe de Gobierno destacó que
"es importante que la
Ciudad se administra, casi en totalidad, con recursos
propios. Es cierto que la
Ciudad tiene más recursos que la mayoría de las provincias,
pero también es cierto que la
Ciudad genera casi el 25 % de los recursos coparticipables y
luego recibe poco más del 1 % en el esquema de coparticipación. Si hacemos una
mirada comparativa, la coparticipación federal nos da a los habitantes de la Ciudad sólo el 10 por ciento
de nuestros ingresos, cuando en 21 de las 24 provincias ese ingreso por vía de
la coparticipación representa entre el 62.9 y el 93.9 % de sus ingresos".
La victimización no estuvo ausente, más allá de la verdad
irrefutable de algunos de sus argumentos: “Nos duele que en la última década la Nación no haya hecho casi
obra pública en la Ciudad.
No hizo obras relevantes de infraestructura ni siquiera en
temas como infraestructura vial, y la única obra importante en materia de
transporte han sido los 3
kilómetros de extensión de la Línea E de subtes que aún
no se terminó".
Siguiendo con la temática ‘Transporte’, Macri lo equiparó con
las problemáticas respecto a la seguridad: “La terrible tragedia que vivimos la
semana pasada nos demuestra lo que pasa cuando las cosas no se hacen bien. Así
no se puede seguir"
Fue en ese momento cuando apenas se refirió a alguno de sus
medidas más destacadas: “El metrobus ha sido una iniciativa del Gobierno de la Ciudad pero soluciona una
parte del problema compartido"
Finalmente, entre sus logros, en pocos minutos, señaló al
nuevo edificio central del SAME – de gran actuación durante el desastre
ferroviario en Once – y a la Policía
Metropolitana.
Eso fue todo. Naturalmente, y como ningún dirigente político
parece nunca querer hacer, no se refirió a errores ni traspiés.
¿Alguna vez algún político entenderá que la aceptación de los
errores propios puede ser un acto de total grandeza y de fortaleza?
Pregunta sin respuesta.
Cerró la disertación enumerando rápidamente, y sin
profundizar, en algunos puntos sobre los que girará su gestión durante el
presente año: “"Este año fijamos como prioridad seguir mejorando la
calidad educativa en la Ciudad ,
avanzar en la jerarquización del microcentro y en la contenerización y el
reciclado, consolidar la Policía Metropolitana que nos ha dado tantas
satisfacciones, extender el sistema del metrobus y el sistema de bicicletas
públicas. También vamos a avanzar en la refacción del Teatro San Martín, vamos
a finalizar la Usina
de las Ideas y las obras de prevención de inundaciones, y vamos a extender la
política de distritos con la implementación del Distrito Audiovisual, entre
muchos otros temas".
Allí puso punto final. Se esperaba mayor detalle de sus
proyectos 2012, no un mero listado, así como también fue sorpresiva la escasez
de destaque de sus mejores logros que, guste o no le guste a la gente, algunos
ha conseguido.
No hubo referencia a la mejora del espacio público, a los
conflictos en vivienda, al trabajo en las villas y la lucha contra la pobreza.
Llamativamente no se rozó siquiera el tema ‘Comunas’.
Un dicho popular reclama, como una queja, “Menos charla y mas
acción”. Veremos si ello se condice con el espíritu del discurso que el Jefe de
Gobierno pronunció esta mañana, bien temprano, en la cámara de diputados de la Legislatura de la Ciudad.