1 de marzo de 2012

Discurso breve, incógnitas varias

Diego Adrián Fernandez - 1 de marzo de 2012

¡El día llegó!
Se terminó oficialmente la temporada de vacaciones, y el momento de trabajar comenzó, aún cuando los diputados de la Ciudad recorran las calles atendiendo los reclamos de los vecinos o participen de eventos diarios desde ya hace unas semanas.

Hoy se abrieron las puertas para la presentación de proyectos de ley y el inicio de nuevos debates – y el resurgimiento de las viejas discusiones también - acerca de las políticas que influyen en todos y cada uno de aquellos que vivan o visiten la capital.

Para ello se hizo necesaria la obligada visita del Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, para abrir un nuevo periodo de Sesiones Ordinarias en la Legislatura, con un breve discurso de aproximadamente – y apenas – 15 minutos.

La orientación de sus palabras fue clara de principio a fin: La mirada crítica a las políticas del Gobierno Nacional respecto a la relación con la Ciudad de Buenos Aires y el sistema de coparticipación Federal, el reclamo por el traspaso de los recursos debidos y su compromiso para que su partido crezca como alternativa electoral a nivel país. Hubo una pequeña – e insuficiente – mención a los logros de su gestión y los proyectos para el año.

Macri estuvo acompañado en el estrado por la Vicejefa de Gobierno y Presidenta de la Cámara, María Eugenia Vidal, y los vicepresidentes Cristian Ritondo, Dante Gullo y Jorge Selser.

Diferenciarse del Gobierno Nacional fue la gran prioridad de Macri en su acotada alocución, aunque por momentos esa intención cayó en el tradicional tinte de ‘amor y paz’ que le imprime a muchas de sus apariciones.

Nuestras diferencias pueden enriquecer el trabajo en conjunto más que convertirse en un obstáculo. El pueblo ha elegido a quienes gobernamos para que busquemos el bien y la felicidad de los argentinos, en nuestro caso, para que nos ocupemos de la situación de los porteños y de los millones de argentinos que nos visitan diariamente", sostuvo.

En la misma línea, aprovechó para confirmar su futura postulación como candidato a Presidente: “No vamos a abandonar nuestro rol de alternativa nacional porque podemos coincidir en muchas cosas, pero en otras tenemos ideas distintas y nuestro deber es el de exponerlas. Democracia no es eliminar las diferencias, sino aceptarlas e integrarlas.”

“La ciudad, las provincias, el Gobierno Nacional tienen que colaborar para conseguir el bienestar de los ciudadanos, en el marco de un federalismo de verdad, sin imposiciones ni sometimientos. Necesitamos un federalismo real, respetuoso de las realidades de todos, no un mero discurso que luego se traiciona en los hechos".

Por momentos Macri relató grandes verdades en la clase política nacional. El federalismo de amigos es cierto y comprobable en la relación de la Casa Rosada con las provincias y los municipios.

No obstante, en varios pasajes el Jefe de Gobierno parecía caer en lugares comunes típicos de los discursos de campaña. Cuando dio su definición de federalismo, hizo excesivo hincapié en lo que, a su parecer, es una “actitud excesivamente centralista” de la Administración Kirchnerista/Cristinista.




Volvamos a la Ciudad, que es, al fin y al cabo, lo que le interesa al vecino y a este portal de noticias.

Se esperaba que el Jefe de Gobierno aprovechara la ocasión para aclarar y dar su punto de vista respecto a lo que sucedió con el traspaso trunco de los recursos de la red subterránea. La falta de claridad de las partes fue una constante desde el minuto cero del proceso gradual de transferencia de la Nación a la Ciudad.
Y lamentablemente Macri no aportó nada nuevo a la decisión tomada el día de ayer.

Lo único que atinó a comentar sobre el asunto se escuchó cuando superficialmente tocó el tema ‘Seguridad’, como algo integral, sin desmenuzar en las particularidades, y criticó las decisiones nacionales como "medidas unilaterales en un tema como la seguridad en el que ni nos dan recursos para que podamos hacernos cargo, ni asumen sus responsabilidades, poniendo en riesgo la vida de los porteños y de los que trabajan o visitan esta ciudad"

Menos se solucionará si se siguen tomando decisiones intempestivas, como la de retirar la custodia de la Policía Federal de los hospitales, escuelas y subtes de la Ciudad", sentenció sobre el tópico más sensible, donde tanto la Nación como la Ciudad no hacen pie.

Respecto al presupuesto el Jefe de Gobierno destacó que "es importante que la Ciudad se administra, casi en totalidad, con recursos propios. Es cierto que la Ciudad tiene más recursos que la mayoría de las provincias, pero también es cierto que la Ciudad genera casi el 25 % de los recursos coparticipables y luego recibe poco más del 1 % en el esquema de coparticipación. Si hacemos una mirada comparativa, la coparticipación federal nos da a los habitantes de la Ciudad sólo el 10 por ciento de nuestros ingresos, cuando en 21 de las 24 provincias ese ingreso por vía de la coparticipación representa entre el 62.9 y el 93.9 % de sus ingresos".

La victimización no estuvo ausente, más allá de la verdad irrefutable de algunos de sus argumentos: “Nos duele que en la última década la Nación no haya hecho casi obra pública en la Ciudad. No hizo obras relevantes de infraestructura ni siquiera en temas como infraestructura vial, y la única obra importante en materia de transporte han sido los 3 kilómetros de extensión de la Línea E de subtes que aún no se terminó".

Siguiendo con la temática ‘Transporte’, Macri lo equiparó con las problemáticas respecto a la seguridad: “La terrible tragedia que vivimos la semana pasada nos demuestra lo que pasa cuando las cosas no se hacen bien. Así no se puede seguir"

Fue en ese momento cuando apenas se refirió a alguno de sus medidas más destacadas: “El metrobus ha sido una iniciativa del Gobierno de la Ciudad pero soluciona una parte del problema compartido"

Finalmente, entre sus logros, en pocos minutos, señaló al nuevo edificio central del SAME – de gran actuación durante el desastre ferroviario en Once – y a la Policía Metropolitana.

Eso fue todo. Naturalmente, y como ningún dirigente político parece nunca querer hacer, no se refirió a errores ni traspiés.

¿Alguna vez algún político entenderá que la aceptación de los errores propios puede ser un acto de total grandeza y de fortaleza?

Pregunta sin respuesta.

Cerró la disertación enumerando rápidamente, y sin profundizar, en algunos puntos sobre los que girará su gestión durante el presente año: “"Este año fijamos como prioridad seguir mejorando la calidad educativa en la Ciudad, avanzar en la jerarquización del microcentro y en la contenerización y el reciclado, consolidar la Policía Metropolitana que nos ha dado tantas satisfacciones, extender el sistema del metrobus y el sistema de bicicletas públicas. También vamos a avanzar en la refacción del Teatro San Martín, vamos a finalizar la Usina de las Ideas y las obras de prevención de inundaciones, y vamos a extender la política de distritos con la implementación del Distrito Audiovisual, entre muchos otros temas".

Allí puso punto final. Se esperaba mayor detalle de sus proyectos 2012, no un mero listado, así como también fue sorpresiva la escasez de destaque de sus mejores logros que, guste o no le guste a la gente, algunos ha conseguido.

No hubo referencia a la mejora del espacio público, a los conflictos en vivienda, al trabajo en las villas y la lucha contra la pobreza. Llamativamente no se rozó siquiera el tema ‘Comunas’.

Un dicho popular reclama, como una queja, “Menos charla y mas acción”. Veremos si ello se condice con el espíritu del discurso que el Jefe de Gobierno pronunció esta mañana, bien temprano, en la cámara de diputados de la Legislatura de la Ciudad.