GACETILLA DE PRENSA - DIPUTADO RAÚL PUY
El tramo de la calle Schiaffino, entre Posadas y Alvear, cambió su nombre por el de Adolfo Bioy Casares. Hoy a las 12 se realizó un acto en esa zona de Recoleta con el propósito de cumplir con la ley aprobada por la Legislatura porteña.
El primer orador del encuentro fue el presidente de la Legislatura, Oscar Moscariello. Luego, le llegó el turno a la escritora Maria Esther Vázquez. En tercer lugar, hizo uso de la palabra el Presidente de la Asociación Argentina de Escritores, Alejandro Vaccaro y, por último, el diputado socialista Raúl Puy, impulsor de la iniciativa.
"En esa vivienda el autor desarrolló la mayor parte de su actividad y vivió allí hasta su muerte. Por esas calles solía andar, cerca de allí está el bar al que iba. Era su zona de influencia", explicó Puy.
Bioy Casares nació el 15 de septiembre de 1914 en la calle Quintana y luego de casarse con la escritora Silvina Ocampo, se mudo a la calle Posadas. Además del nombre, de su padre heredó también su pasión por los libros. Por este motivo, siendo muy pequeño ya había tenido contacto con los grandes clásicos de la literatura universal.
El tramo de la calle Schiaffino, entre Posadas y Alvear, cambió su nombre por el de Adolfo Bioy Casares. Hoy a las 12 se realizó un acto en esa zona de Recoleta con el propósito de cumplir con la ley aprobada por la Legislatura porteña.
El primer orador del encuentro fue el presidente de la Legislatura, Oscar Moscariello. Luego, le llegó el turno a la escritora Maria Esther Vázquez. En tercer lugar, hizo uso de la palabra el Presidente de la Asociación Argentina de Escritores, Alejandro Vaccaro y, por último, el diputado socialista Raúl Puy, impulsor de la iniciativa.
"En esa vivienda el autor desarrolló la mayor parte de su actividad y vivió allí hasta su muerte. Por esas calles solía andar, cerca de allí está el bar al que iba. Era su zona de influencia", explicó Puy.
Bioy Casares nació el 15 de septiembre de 1914 en la calle Quintana y luego de casarse con la escritora Silvina Ocampo, se mudo a la calle Posadas. Además del nombre, de su padre heredó también su pasión por los libros. Por este motivo, siendo muy pequeño ya había tenido contacto con los grandes clásicos de la literatura universal.