24 de julio de 2014

La Ciudad inmortalizó homenaje al artista Eleodoro Marenco

Diego Adrián Fernandez - 24 de julio de 2014

A fines de la semana pasada, se colocó en Recoleta una placa en homenaje al artista nacional Eleodoro Marenco, reconocido por reflejar en sus pinturas las costumbres y tradiciones históricas de nuestro país.


Luego de ser aprobado en la Legislatura el proyecto del Diputado Christian Bauab (PRO), el viernes 18 de julio, a las 16 hs., en la Calle Peña 2580, se descubrió una placa en honor al pintor, en el lugar en donde desarrolló gran parte de su actividad artística.

Además concurrieron Guillermo Madero Marenco (nieto del artista), el Subsecretario Seguridad Ciudadana del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio García, el Subjefe de la Policía Metropolitana, Ricardo Pedace, familiares y amigos del artista.

En su discurso, el legislador macrista Bauab declaró que: https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif"El domingo, 13 de julio, se cumplieron 100 años del nacimiento de Don Eleodoro Ergasto Marenco, un eximio artista que durante más de 60 años, con un innato talento y verdadera pasión, investigó, dibujó, pintó y esculpió la tradición y la historia argentina”.

“Es un orgullo para mi haber trabajado en un proyecto, que derivó en una Resolución unánime de la Legislatura, donde se reconoce el trabajo de una persona que dedicó su vida a dibujar y pintar a nuestro gaucho, a nuestra historia, y además, a difundir  nuestras tradiciones, nuestras costumbres”, indicó el legislador porteño, a lo que agregó que: Marenco, Ilustró las obras más encumbradas de la literatura gauchesca, como el “Martín Fierro”, de José Hernández; “La Cautiva” y “El Matadero”, de Esteban Echeverría; “Fausto”, de Estanislao del Campo; “Una Excursión a los Indios Ranqueles”, de Lucio V. Mansilla y “Equitación Gaucha”, de Justo P. Sáenz (hijo), de quien era muy amigo”.

Finalmente, el legislador recordó una frase del ex presidente Nicolás Avellaneda (1874 - 1880) Los pueblos que olvidan sus tradiciones pierden la conciencia de su destino; mientras que los que se apoyan sobre tumbas gloriosas son los que mejor preparan su porvenir".