5 de enero de 2014

Buenos Aires sobre ruedas: El skate porteño crece y crece

Diego Adrián Fernandez - 5 de enero de 2014

Si te gusta andar en skate o al menos te gustaría intentarlo, la Ciudad de Buenos Aires inauguró hace unos días la tercer pista para practicar este deporte sobre ruedas, en el barrio de Villa Lugano. A esta nueva obra se le suman las dos ya existentes en Mataderos y Belgrano.



La pista que se abrió al público, en plena ola de calor con espíritu navideño, cuenta con 1500 m2, además de un espacio de menor tamaño (300 m2) para los que se consideren principiantes. Las obras también incluyeron la renovación de una plaza donde se colocaron juegos infantiles, mobiliario urbano, luminarias y árboles; además de una nueva cancha de fútbol.

Según los cálculos oficiales de la Asociación Argentina de Skate, aproximadamente 50 mil chicos practican este deporte solamente en la Ciudad.

La ubicación específica de este nuevo y último espacio es Gral. Napoleón Uriburu entre Av. Soldado de la Frontera y Cafayate, en la Comuna 8.


El evento durante el cual se inauguró esta última pista incluyó conciertos en vivo de diversas bandas, algunas de ellas vinculadas a la cumbia electrónica: tocaron Army of Dub, Villa Diamante, Dj Set y Utopians y se realizó una demostración de skate a cargo de cinco deportistas profesionales de la Asociación Argentina de Skate, dirigida por Martín Pibotto.

Existen tres pistas profesionales más. Skateparks, tal y como se los conoce popularmente, inaugurados en 2011 y 2012, respectivamente, y que ya aparecían en el pasado como proyectos de skaters que estaban pendientes y olvidados:

En el Paseo de las Américas -en avenida Figueroa Alcorta y Juramento- en el barrio de Belgrano (Ingresa al Face), en el Parque Alberdi -entre Directorio y Lisandro de la Torre- en Mataderos (Ingresa al Face) y en en el actual Parque Saint Tropez de la Costanera Norte, cerca de la intersección de Rafael Obligado y La Pampa.
Pista de Skate de Mataderos

Más allá de la triste fama que asocia a los amantes de este deporte con malos hábitos (desde el concepto de vagancia hasta el extremo del consumo de drogas), estos espacios permiten la sana competencia, gracias a un deporte donde la audancia y la capacidad juegan un rol relevante, y el desarrollo de relaciones sociales diversas y enriquecedoras. Un buen entorno que, desde funcionarios hasta los propios vecinos, debe contar con estímulo, protección y dedicación, además del cuidado por la infraestructura que, al fin y al cabo, es de todos.