El legislador del Partido Socialista Auténtico, Adrián Camps, habló sobre los “nuevos” contenedores campana y el plan de concientización sobre separación de residuos en origen que el Gobierno porteño realizó a partir de ayer (lunes) en el barrio de Villa Crespo: “Es un permanente ir y venir donde nada se termina de concretar y tampoco se le da el tiempo suficiente para ver si funciona. Es un permanente recomenzar, que viene desde el año 2007 con los primeros contenedores grises, los de tapa naranja, los de 1.100 litros, los de 3.000 litros, los negros, los verdes, los soterrados, los verdes pintados de negro, los campana y así seguiremos, porque la solución de fondo pasa por otro lado“.
Respecto a la campaña de concientización, el diputado del PSA dijo que “esa tarea deberían hacerla las mujeres de las cooperativas de cartoneros”. ”Ellos saben perfectamente cuál es el manejo que deben tener los residuos, cómo hay que entregarlos y cuáles son los que tienen valor para ser comercializados. Además, de esa manera se va estableciendo un vínculo directo entre los vecinos y los integrantes de las cooperativas, que son, por ley, los encargados de recolectar los residuos secos -reciclables- en toda la Ciudad de Buenos Aires”, agregó.
El principal cuestionamiento por parte de los vecinos es que no tiene sentido que ellos separen si después el camión recolector se lleva todo a un mismo lugar.
Por eso, la gran ventaja de darle ese trabajo a las mujeres cartoneras es establecer el vínculo para que las cooperativas pasen a retirar los materiales y, al mismo tiempo, generar un proceso de inclusión social y de mejoramiento den las condiciones de trabajo de estas mujeres. “Lograr este vínculo sería un avance muy grande, porque no se trata sólo de concientizar a la gente sobre cómo separar húmedos y secos en dos bolsitas, sino plantearse lo que viene después: la recolección diferenciada”, explicó Adrián Camps, quien a mediados de mayo presentó en la Legislatura un proyecto de Ley para crear el Registro de Mujeres aspirantes a Promotoras Ambientales (ReMAPA), una iniciativa de las cooperativas de recuperadores urbanos del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
En cuanto a los contenedores, el legislador advirtió que los llamados “campana” poseen un orificio pequeño que le sirve al transeúnte que necesita tirar, por ejemplo, una botella de gaseosa, pero no al vecino que vive en el barrio.
“Nadie va a salir con la bolsa para meter de a uno los materiales reciclables en el contenedor. Lo más correcto es que se coordine con la cooperativa para que lo pase a buscar o se saque la bolsa y se la coloque en un contenedor verde, que debe ser apto para que lo abra un miembro de la cooperativa que tiene a su cargo ese barrio. Sin contenedor verde y sin vínculo con los recuperadores urbanos, dejamos sin resolver qué hace el vecino con la bolsa de materiales reciclables“, afirmó.
“Al final, la instalación de contenedores no se completó, se modifica sobre la marcha; cuando lanzan el plan de concientización se hace en un solo barrio y se eliminan los contenedores verdes. Ya no se entiende qué es lo que quieren hacer. Cambian los planes permanentemente sin concretar ninguno. No hay una política sostenida y nunca se llega a cumplir los objetivos”, finalizó el diputado.
Por el momento, solo el 30% de las calles de la Ciudad tienen doble contenerización; además de los negros están los verdes, en los que se puede desechar material reciclable como cartón, papeles, vidrios y plásticos, entre otros.