Palabras de la diputada Virginia González Gass (Partido Socialista Auténtico)
El Jefe de Gabinete y articulador político del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sabe que tiene un vetador serial como líder político. Por tal motivo aseguró en declaraciones radiales que el subte aumentará su tarifa a 3,50 pesos, a pesar que esta tarde la Legislatura debatirá una iniciativa frenar el incremento. En caso de aprobarse la modificación de la Ley -votada a fines de diciembre- está por descontado que Mauricio Macri sacará su lápiz rojo para seguir con sus planes.
Rodríguez Larreta asegura que se actuará bajo lo sancionado por la Ley Nº 4.472, la cual le permite al Ejecutivo porteño modificar el cuadro tarifario, pero omite que esa norma prevé la obligación de realizar una auditoría integral sobre el estado de cumplimiento del contrato de concesión del servicio de Subte (a cargo de Metrovías S. A.), para el cual preveía un plazo de 120 días corridos, prorrogables por otros 60 días.
A pesar de no haber siquiera renegociado las condiciones del contrato con la actual concesionaria y de ignorar las presentaciones en la Audiencia Pública, los funcionarios del gobierno se muestran felices. Para distraer la atención adelantaron que restablecerán el servicio de la Línea A de subtes tres días antes de lo previsto, mientras siguen avanzando con las obras en la Avenida 9 de Julio para la construcción de los carriles del Metrobus, a pesar de que una medida cautelar ordenó frenar el avance de las topadoras.
Esta estrategia permite observar que al macrismo poco le importa la separación de poderes. Que intenta financiar vagones con aire acondicionado desplazando a los pasajeros al transporte de colectivos -el cual aun mantiene los subsidios del gobierno nacional- y de esta manera garantizar un servicio para pocos, para los que seguramente va a estar bueno Buenos Aires.