24 de enero de 2012

La Ciudad no arregló las colonias, un año después de ser denunciadas

Diego Adrián Fernandez - 24 de enero de 2012

El nuevo informe de la Defensoría del Pueblo encontró las mismas irregularidades que en su recorrida de 2011.

Fueron comprobadas falta de agua, personal, controles e higiene.
 
Apenas empezada la temporada veraniega, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires detectó serias irregularidades en las Colonias de Vacaciones que dependen del gobierno de la Ciudad.

El organismo denunció  piletas  sin agua, falta de higiene, hacinamiento, falta de control y personal médico insuficiente. Al no recibir  respuestas a sus planteos por parte del oficialismo macrista, la defensora adjunta Graciela Muñiz evalúa presentarse a la justicia. 

Según el organismo, el reglamento dice que debe haber una pareja pedagógica cada 30 chicos que asisten a la colonia. Este parecería ser el más urgente de los planteos. Según Pepe Martínez, padre de niños que asisten a la colonia de Parque Roca y referente del club Malvinas Argentinas, los docentes no pueden dar abasto con la cantidad de chicos “y eso provoca problemas diarios, como chicos que se pierden o, en varias ocasiones, chicos diabéticos a los que hay que dar su medicamento a horario que no los reciben porque el docente se olvida”. 

Otra de las cuestiones que demandan urgente resolución es la guardia médica. Según la Defensoría, en algunos casos, tienen un container de chapa para atender a los chicos, en otros hacen la revisación médica al aire libre, cerca de la zona de los basureros. 

“Las piletas del Parque Roca estaban vacías, sin agua, al segundo día de colonia, porque no tenían una bomba barrefondo –afirmó Graciela Muñiz–. A esta colonia van 1500 chicos que estuvieron sin pileta un día de 38 grados.”  Una ordenanza en vigencia afirma que los directores de las colonias deben poseer un Libro de Agua, en el cual se registran cuatro veces al día los valores del agua (cloro, cristalinidad, etcétera).

En las colonias inspeccionadas por la Defensoría ninguna tenía Libro de Agua. “En el Parque Sarmiento un docente me mostró un cuaderno en el que iba haciendo anotaciones, con gran voluntad. Le dijimos que eso no era el Libro de Agua y el respondió, que ya lo sabía, que el cuaderno se lo había comprado él, todo lo que tenía.”

Otro de los lugares en que trabajan las colonias es en el Parque de la Ciudad. “Ahí pudimos ver que los chicos tienen que caminar más de diez minutos al sol entre que los deja el micro y que llegan al natatorio” dice Muñiz. “A veces hay un solo médico para revisar tantísimos chicos, con lo cual, se pueden pasar más de media jornada sin ir a la pileta, al rayo del sol y muchas veces sin baños cerca.” 

También se repite diariamente el “rebote” de los ómnibus : por ejemplo, en el Parque Roca, muchas veces llegan al predio a las 11, cuando el horario es desde las 8:30. Eso hace que los chicos se “salteen” el desayuno o el almuerzo.

 “Las colonias se sostienen, en realidad, por el trabajo de los docentes –dice Muñiz– . Y no firman siquiera un contrato, tienen una solicitud de trabajo, nada más. Es un sistema de contratación en el que nadie está cubierto, ni los chicos, ni los clubes, ni los docentes. No saben ni qué van a cobrar, algunos les dicen 4200, otros 4600 , no saben nada”, remata la funcionaria.

 “Creo que el sistema de colonias es un proyecto de altísima calidad pedagógica para la Ciudad, las críticas que surgen de esta función de control no son para preocupar a los padres, sino para llamar la atención al fefe de gobierno.” Ante esta situación, y ante la falta de respuestas, la funcionaria aseguró a este diario  que está evaluando con el equipo de abogados presentarse a la justicia para lograr que el jefe del Ejecutivo de la Ciudad “cumpla con su obligación de cuidar la seguridad de los vecinos”.

Fuentes: Defensoría del Pueblo y Tiempo Argentino