Sueño con un futuro donde los argentinos como sociedad podamos unificar criterios para combatir los vicios que como pueblo nos aquejan e impiden el progreso sostenido en el tiempo, respetando y entendiendo las miradas diferentes, y coordinando esfuerzos sin importar los intereses personales.
La perfección nunca podrá ser alcanzada, pero una vez que entendamos que el apego a las normas de convivencia y las leyes que nos rigen es el camino básico para el ordenado andar de nuestras vidas, los argentinos y, por ende, la clase política - que del pueblo surge y al pueblo representa – nos daremos cuenta de que debemos potenciar nuestras virtudes y resolver las más profundas maldades y desigualdades que nos impiden ser un país en serio.
La perfección nunca podrá ser alcanzada, pero una vez que entendamos que el apego a las normas de convivencia y las leyes que nos rigen es el camino básico para el ordenado andar de nuestras vidas, los argentinos y, por ende, la clase política - que del pueblo surge y al pueblo representa – nos daremos cuenta de que debemos potenciar nuestras virtudes y resolver las más profundas maldades y desigualdades que nos impiden ser un país en serio.
Cuando se estudie, analice y proceda ante cualquier falla del sistema democrático argentino, sea la misma historicamente arraigada o circunstancial, la república crecerá a un ritmo equilibrado y sano, libre de toda contaminación, y atento a cualquier pequeña mancha que trate de ensuciar a nuestras instituciones.
Por una democracia justa y equitativa
Por un día de votación en paz
Este es el mensaje de un ciudadano que solamente aspirar a creer que se puede estar mejor, más allá de las rudezas propias que mueven los intereses partidarios, sea cual fuere la ideología.