El sexto y último personaje que queda por conocer con mayor profanidad es la cara del billete de $ 2: Bartolomé Mitre. Hombre de letras, fue el periodista que fundó en 1870 el conocido y aún vigente diario La Nación. Su influencia política se recuerda por haber sido creador del movimiento del cual se desprendió y formó la Unión Cívica Radical.
Junto con Domingo Faustino Sarmiento y Julio Argentino Roca, es el otro personaje que alcanzó el grado de Presidente de la Nación, entre 1862 y 1868, el mandato previo al del sanjuanino.
Nacido en la Buenos Aires siempre conflictiva y acaparadora del poder, el 26 de Junio de 1821, el apellido original de su familia era Demetrio, oriundo de Grecia (Su padre se llamaba Ventura). Sus hermanos fueron Emilio y Federico.
Dos de las ramas donde se destacó las comenzó a desarrollar siendo joven, cuando vivía con su familia en Montevideo: Allí estudió en la escuela militar, por un lado, y escribió sus primeros documentos literarios y periodísticos.
Con tan solo 19 años, se casó con Delfina de Vedia, con quien conformará una numerosa familia compuesta por seis hijos.
Mitre saltó de cargo a cargo a nivel público: desde la legislatura, ministro de gobierno y relaciones exteriores del gobernador Valentín Alsina, ministro de guerra y marina, cabeza de la organización nacional por parte de la provincia.
Siempre enfrentó al movimiento del interior. Fue contemporáneo de una de las figuras más relevantes de aquél momento: Justo José de Urquiza, con quien chocó en el campo de batalla dos veces. En una cayó derrotado (en 1859, cuando el caudillo entrerriano comandaba la confederación). En la otra, resultaría imprevistamente victorioso.La batalla de Pavón que ganan sus milicias por sobre las de Urquiza, lo colocan al tope del escalafón dirigencial, en 1862, momento en el cual se impulsaron cambios radicales – como la elaboración del Código civil y penal – pero en plena recuperación se halló en medio de la injusta guerra contra el Paraguay, para la cual se alió con Uruguay y Brasil y que lo encontró a Mitre en el campo de batalla.
50 mil víctimas registraron las tropas de la Alianza, y casi un millón de paraguayos fallecieron en el masivo ataque.
Durante su mandato se fortaleció y extendió el sistema ferroviario – que luego se ampliaría con Sarmiento – mejoró el servicio postal y organizó la Suprema Corte. El código civil fue creador por su ministro Dalmasio Velez Sarsfield.
Con Domingo F. Sarmiento en el poder, Mitre lideró el partido liberal – o nacionalista -, que perdería por fraude en las elecciones de 1874, y apagado su levantamiento en armas por Julio Argentino Roca, pasó cuatro años en prisión, donde se acercó a las letras, aún mas de lo que lo había hecho al crear el famoso diario “La Nación”, en 1870.
Sus obras escritas se encuentran entre los más importantes documentos de historiografía. Escribió sobre Belgrano y sobre San Martín, de quien se explayó en tres distintos volúmenes, a fines de la década del ’80.
El Museo que lleva su nombre fue su casa y lugar de trabajo, ubicado en la calle San Martín 336. Su biblioteca concentra alrededor de 60 mil documentos y libros, y fue declarada, con total justicia para la historia nacional, monumento histórico, en 1942.
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| Fachada del Museo Mitre |
Lamentablemente, Mitre olvidó enseguida esa temporal unión, y pactó con Roca, quebrando su relación con Alem, que luego crearía el centenario e histórico partido de la Unión Cívica Radical.
Sus últimos años Mitre los pasó escribiendo en el diario, augurando un mejor país desde las filas conservadoras que él había antes combatido, hasta fallecer el 19 de Enero 1906, para descansar eternamente en el cementerio de la Recoleta.
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| Monumento a Mitre en su plaza, en el barrio de Recoleta |
6 vidas. 6 carreras que marcaron distintos momentos de la historia Argentina. Influencias buenas y malas en contextos controversiales. Desde la Revolución de Mayo, hasta la independencia. Desde las guerras civiles armadas, hasta los vaivenes políticos y diplomáticos.
6 rostros en 6 billetes, con valores que invitan al debate si se analiza minuciosamente su valor en proporción al impacto que cada uno de estos “próceres” tuvo en el devenir y la evolución de lo que hoy es la República Argentina.
“La historia en nuestras manos” es tal vez una simple excusa para recordar el pasado del cual venimos, aún cuando parezca distante y muy lejano en el tiempo. Conocer a la Patria, es conocerse a uno mismo. No se trata de enseñar ni de educar. Esta entrega dividida en 6 partes apunta a contribuir a un debate histórico que siempre se útil y enriquecedor.
200 años de historia que tienen mucho más para contar.
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