2 de febrero de 2017

Inversión en el alquiler: los costos y las complicaciones

Diego Adrián Fernandez - 2 de febrero de 2017

Comunicado de Inquilinos Agrupados

La dirección de Estadísticas y Censos del Gobierno porteño publicó recientemente un informe con datos alarmantes sobre el mercado de alquileres en la Ciudad de Buenos Aires.

El estudio corresponde al tercer trimestre de 2016 y afirma que un departamento de tres ambientes alcanza, en promedio, los $10.824; uno de dos ambientes, $6831 y un monoambiente, $4899.

En otro informe, denominado “Ingresos en la Ciudad de Buenos Aires (ETOI)” correspondiente al mismo período que el mencionado estudio sobre el mercado de alquileres, se afirma que la población tiene un ingreso promedio de $16.100. Si un inquilino con ese ingreso alquila un monoambiente, destina el 30% de su salario en el alquiler; si alquila un dos ambientes, destina el 42% y si alquila un tres ambientes, destina el 67%.

Esto significa que un porteño que gana $16.100 destina en promedio un 46% de sus ingresos en el pago del alquiler. Esto sin mencionar expensas, servicios e impuestos; que si bien no existen datos estadísticos, estimamos que representan un 30% sobre el precio del alquiler. De esta forma, alquilar un departamento y pagar sus expensas, servicios e impuestos, se llevaría el 60% de un salario promedio.

Ahora, si disgregamos los datos por barrio, se observa que quienes menos ganan destinan un porcentaje mayor de sus ingresos en la vivienda. Según el mismo informe, la población de zona norte tiene un ingreso de $22.134, la de zona centro de $15.220 y la de zona sur de $12.161. Los precios de los alquileres disminuyen hacia el sur, pero no tanto en comparación con el ingreso.

Tomamos un ejemplo:
Un departamento de dos ambientes en Recoleta vale $7.310, en Boedo vale $5.979 y en Villa Lugano vale $5.086.
De esta forma, el porteño que gana $22.143 y alquila un dos ambientes en Recoleta, destina el 33% de su ingreso en el alquiler; el que vive en Boedo y gana $15.220, destina el 39% y el que vive en Villa Lugano y gana $12.161, destina el 41% de su ingreso.

Este impacto del alquiler en los ingresos empezó a agudizarse en noviembre de 2015, con renovaciones de contratos con 40% de aumento y ajustes semestrales (antes anuales) del orden del 12 al 15%. A esto se le debe sumar el aumento de las expensas, del ABL, de los servicios públicos y los requisitos para firmar o renovar un contrato: un mes de comisión inmobiliaria, uno o dos meses de depósito, gastos administrativos y en caso de no contar con garantía propietaria, un mes para contratar un seguro de caución.

En este contexto, el nuevo presidente del Banco Nación habla de ampliar los créditos hipotecarios, afirma que “la meta es dar entre 10.000 y 15.000 préstamos". Sólo en la Ciudad de Buenos Aires hay más de un millón de inquilinos, que representan el 35,2% de los habitantes.

Los créditos hipotecarios, con requisitos que casi nadie cumple (un ahorro del 15% del valor de la vivienda, ingresos familiares por más de 40 mil pesos, etc.) no pueden ser la única respuesta a esta situación. Por este motivo, creemos que es fundamental que se apruebe en Diputados la Ley Nacional de Alquileres y que cada jurisdicción tenga su propia política para facilitar el ingreso a una vivienda alquilada.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, insistimos con los puntos que le planteamos al Instituto de la Vivienda: que la comisión inmobiliaria la pague el dueño, que se establezca un sistema de garantía universal y que los pedidos de informe y la certificación de firmas sean gratuitos para inquilinos.

Hasta el momento la gestión de Rodríguez Larreta se dedicó a elaborar informes y a promocionar el “Alquilar se Puede”, un plan que no le facilitó el ingreso a una vivienda a ningún inquilino. Es fundamental que el Gobierno de la Ciudad trabaje en otro sentido, con políticas concretas que beneficien al sector.