Hace unos días, el legislador porteño Adrián Camps denunció que los ascensores y escaleras mecánicas de las nuevas estaciones de la línea A de subte no funcionaban correctamente. Podría parecer un hecho aislado o circunstancial, pero dadas las fallas estructurales para satisfacer a la gente con movilidad reducida en el transporte local, esta queja no debe desatenderse.
Imagen común de ver en las estaciones del subte porteño |
En consecuencia, Adrián Camps, junto a su asesora Andrea Grassia - mujer no vidente- solicitaron al titular de Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), Juan Pablo Piccardo, y al Gerente de Contratos Públicos de Metrovías, Ing. Celestino Martínez, la reparación, “con la mayor brevedad posible, de los ascensores de las estaciones San José de Flores y San Pedrito de la Línea A” del subte, inauguradas el pasado 27 de septiembre.
“La recorrida por ambas estaciones se hizo luego de recibir el reclamo por parte de una persona usuaria de silla de ruedas, quien para poder salir de la estación San Pedrito se vio obligada a recurrir a la ayuda de cuatro policías, que la bajaron a pulso por las escaleras”, indica la nota dirigida a ambos funcionarios.
No es de extrañar. Muy pocas estaciones de subte cuentan con ascensores o algún tipo de acceso fácil y ágil para aquellos que no pueden moverse con total libertad.
“La falta de funcionamiento de los ascensores restringe el derecho de las personas con movilidad reducida a utilizar el subte, porque para poder salir tienen que apelar sí o sí a la ayuda de terceros. Esto, además de ser degradante, puede provocar accidentes”, advirtió Adrián Camps.
La accesibilidad de las personas con movilidad reducida, en lugares de concurrencia masiva, está contemplada en la Ley Nº 962 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la Ley Nacional Nº 24314.
Además, la norma mediante la cual se fijaron las condiciones del traspaso de las líneas de subterráneos a la jurisdicción de la Ciudad -Nº 4472-, en su artículo 15, señala entre los principios generales del servicio: “Proteger adecuadamente los derechos de los usuarios” y “promover la operación, confiabilidad, igualdad, no discriminación y uso generalizado del SERVICIO SUBTE”.
Cuando Andrea Grassia llamó a la oficina privada del Subsecretario de Transporte del Gobierno porteño, Lic. Guillermo Dietrich, para pedir la dirección donde enviar una nota informando al funcionario las gestiones que estaban realizando junto al legislador, muy amablemente le negaron la información: “Me dijeron que ellos no se ocupaban de estos temas, que no tenían injerencia porque la autoridad de aplicación era SBASE ¿No es una forma de lavarse las manos?”.
A tener en cuenta. Si sos usuario de subtes - así como también de trenes - no dejes de denunciar estas fallas en su infraestructura. Solo asi se podrá conseguir un transporte que, realmente, sea para comodidad de TODOS.