9 de abril de 2014

Sigue la polémica por los “trapitos” en la Ciudad

Diego Adrián Fernandez - 9 de abril de 2014

NOTA: SANTIAGO ARGUTO
Colaboración: Iván Tangir

Es innegable que la actividad de trapitos y cuidacoches surge a partir de la falta de oportunidades laborales, como también es cierto que muchas de estas personas hacen su trabajo decentemente. Pero es “vox pópuli” que también existen aquellos que están organizados en mafias y en algunos casos, cometen hechos delictivos o extorsionan a los dueños de los vehículos.

Un importante medio de comunicación publicó recientemente una nota en la que se afirma que varias barras bravas de equipos de fútbol operan la mafia de los trapitos, recaudando unos 12 millones de pesos por mes.

Según este informe, los barrios en donde más operan los “trapitos” son Belgrano, Nuñez, Recoleta, Palermo (especialmente en Plaza Serrano, Las Cañitas y las zonas del Jardín Botánico y el Zoológico), Almagro, Flores, Liniers, Puerto Madero, Retiro, Villa Urquiza, Villa Devoto, Villa Crespo (sobre todo en la zona de los outlets) y Villa General Mitre.

Los datos recolectados muestran que los trapitos suelen cobrar un promedio de 20 pesos por cuidar el auto, con picos de 250 pesos en zonas de recitales, partidos de fútbol, bares y discos afectando a 10.000 conductores a diario, promediando una recaudación de 400.000 pesos diarios y 12.000.000 mensuales, según datos del Diario Popular.

La gente que sufrió robos o extorsiones por parte de trapitos, cuentan que sí no se les da el dinero que piden, las mafias suelen dañar de alguna forma el auto, por ejemplo rayándolo o pinchando las gomas, y en algunos casos también pueden robar los estéreos o algún otro accesorio del vehículo.

Generalmente por ese miedo que esta inculcado en la sociedad, sea por los medios de comunicación o por experiencias propias, la gente termina pagando el dinero solicitado.

Ante las quejas de la gente, y el conocimiento de esta realidad, el Macrismo promueve proyectos “antitrapitos”, con propuestas de penas de arresto y multas económicas de hasta 2.000 pesos a quienes incumplan con la norma.
Es el mismo proyecto que se rechazó el año pasado en la Legislatura, con 32 votos en contra y 26 a favor.

La presidenta del bloque de legisladores del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre, argumentó respecto a este tema  que "no nos negamos a la discusión, pero debe regir el principio de inocencia, porque no todos los 'cuidacoches' o limpiavidrios son delincuentes". Pero ahora el PRO tiene dos diputados más en la Legislatura de la Ciudad, y confía en conseguir nuevos aliados para obtener la aprobación de esa controvertida norma.

"La iniciativa pretende devolverles a los vecinos la tranquilidad y la posibilidad de transitar por la vía pública sin temor o limitación alguna, sin miedo o temor a estar vigilados o perseguidos con fines ilegales", adelantó uno de los autores del proyecto.

En tanto, el diputado porteño Alejandro Bodart (MST) presentó un proyecto de ley para regular la actividad de los trapitos, explicando: "Si de verdad se quiere combatir a las mafias, hay que regularizar a los cuidacoches con registro, permisos y control público, con pago voluntario y no compulsivo. Como pasó con la famosa ‘ley seca’, el prohibicionismo y la represión sólo sirven para alimentar el circuito delictivo.”

Bodart agregó: “Mauricio Macri persigue a los trapitos para sumar algún voto de centroderecha, pero no busca una solución real. Incluso dice que los trapitos se ‘apropian del espacio público’, pero él inunda de parquímetros pagos media Ciudad. Nuestro proyecto tiene como antecedente la ley aprobada en 2011 y luego vetada injustificadamente por Mauricio Macri.”