NOTA: SANTIAGO ARGUTO
Colaboración: Iván Tangir
Colaboración: Iván Tangir
Es innegable que la actividad de trapitos y cuidacoches surge a
partir de la falta de oportunidades laborales, como también es cierto que
muchas de estas personas hacen su trabajo decentemente. Pero es “vox pópuli”
que también existen aquellos que están organizados en mafias y en algunos
casos, cometen hechos delictivos o extorsionan a los dueños de los vehículos.
Un importante medio de comunicación publicó recientemente una nota
en la que se afirma que varias barras bravas de equipos de fútbol operan la
mafia de los trapitos, recaudando unos 12 millones de pesos por mes.
Según este informe, los barrios en donde más operan los “trapitos”
son Belgrano, Nuñez, Recoleta, Palermo (especialmente
en Plaza Serrano, Las Cañitas y las zonas del Jardín Botánico y el Zoológico),
Almagro, Flores, Liniers, Puerto Madero, Retiro, Villa Urquiza, Villa Devoto,
Villa Crespo (sobre todo en la zona de los outlets) y Villa General Mitre.
Los datos recolectados muestran que los trapitos
suelen cobrar un promedio de 20 pesos por cuidar el auto, con picos de 250
pesos en zonas de recitales, partidos de fútbol, bares y discos afectando a
10.000 conductores a diario, promediando una recaudación de 400.000 pesos
diarios y 12.000.000 mensuales, según datos del Diario Popular.
La gente que sufrió robos o extorsiones por parte de
trapitos, cuentan que sí no se les da el dinero que piden, las mafias suelen
dañar de alguna forma el auto, por ejemplo rayándolo o pinchando las gomas, y en
algunos casos también pueden robar los estéreos o algún otro accesorio del
vehículo.
Generalmente por ese miedo que esta inculcado en la
sociedad, sea por los medios de comunicación o por experiencias propias, la
gente termina pagando el dinero solicitado.
Ante las quejas de la gente, y el conocimiento de esta realidad,
el Macrismo promueve proyectos “antitrapitos”, con propuestas de penas de arresto y multas económicas de hasta 2.000
pesos a quienes incumplan
con la norma.
Es el mismo proyecto que se rechazó el año pasado en la Legislatura,
con 32 votos en contra y 26 a favor.
La presidenta del bloque de legisladores del Frente para la
Victoria, Gabriela Alegre, argumentó respecto a este tema que "no
nos negamos a la discusión, pero debe regir el principio de inocencia, porque
no todos los 'cuidacoches' o limpiavidrios son delincuentes". Pero ahora el PRO tiene dos diputados más en la
Legislatura de la Ciudad, y confía en conseguir nuevos aliados para obtener la
aprobación de esa controvertida norma.
"La
iniciativa pretende devolverles a los vecinos la tranquilidad y la posibilidad
de transitar por la vía pública sin temor o limitación alguna, sin miedo o
temor a estar vigilados o perseguidos con fines ilegales",
adelantó uno de los autores del proyecto.
En tanto, el diputado porteño Alejandro Bodart (MST) presentó
un proyecto de ley para regular la actividad de los trapitos, explicando: "Si de verdad se quiere
combatir a las mafias, hay que regularizar a los cuidacoches con registro,
permisos y control público, con pago voluntario y no compulsivo. Como pasó con
la famosa ‘ley seca’, el prohibicionismo y la represión sólo sirven para
alimentar el circuito delictivo.”
Bodart agregó: “Mauricio Macri persigue a los trapitos para sumar
algún voto de centroderecha, pero no busca una solución real. Incluso dice que
los trapitos se ‘apropian del espacio público’, pero él inunda de parquímetros
pagos media Ciudad. Nuestro proyecto tiene como antecedente la ley aprobada en
2011 y luego vetada injustificadamente por Mauricio Macri.”